Iberdrola, Marta Santacana, Seaya Ventures y la familia Pujol Soler registran unas pérdidas potenciales de 374 millones de euros con su apuesta por Wallbox. La caída del valor desde su debut bursátil, en octubre del pasado año, alcanza el 66% pese al fuerte incremento de las ventas y las inversiones realizadas con dos fábricas, una en Texas (EE UU) e imprescindible para poder acceder a las ayudas del plan Biden, estimadas en más de un billón de dólares; y otra en Barcelona que abastecerá a toda Europa.
Iberdrola es el máximo accionista de Wallbox, como socio estratégico, con el 9,73% del capital, seguido de Marta Santacana, con el 8,97%
A pesar de estas pérdidas potenciales, los principales accionistas de Wallbox se mantienen firmes en su apuesta por el valor. Iberdrola es el máximo accionista, como socio estratégico, con el 9,73% del capital, seguido de Marta Santacana, con el 8,97%. Infisol 3000, de la familia Soler Pujol, ostenta el 7,71%, mientras que Seaya Ventures, liderado por Beatriz González -hija del presidente de BBVA-, alcanza el 6,7%.
WALLBOX ESQUIVA LOS MÍNIMOS EN LA ÚLTIMA SESIÓN
Las posiciones varían respecto a la salida a Bolsa tras la ampliación de capital acometida a finales de noviembre por un valor de 42 millones de euros. A esta operación acudieron tanto Iberdrola como Enric Asunción, fundador y consejero delegado de Wallbox. El denominado primer unicornio español, al superar los 1.000 millones de capitalización, tiene a cierre del año una capitalización superior a los 600 millones de dólares, aunque llegó a alcanzar los 1.700 millones en los máximos del año pasado.
Como el resto de compañías del sector, Wallbox no ha sido ajena al fuerte castigo que han recibido las tecnológicas cotizadas en Wall Street, pero ha logrado ubicarse mejor que algunos de los competidores más importantes. El fabricante de cargadores eléctricos con sede en Barcelona cierra el año con un descenso del 78%, mientras que Volta Charging se hunde un 95%. Por contra, EVgo ha registrado pérdidas cercanas al 60%, frente a la fuerte caída del 53% en ChargePoint.
Desde esos niveles, cercanos a los 16,6 dólares, las acciones de la compañía catalana emprendieron una endiabla caída en Wall Street hasta registrar mínimos en la penúltima jornada del año. Eso sí, las caídas han venido acompañadas con una fuerte volatilidad, como la remontada del 20% a mediados de noviembre o la registrada en las últimas semanas de junio, cuando llegó a rozar los 11 dólares por título. Los inversores, no obstante, se llevan una pequeña alegría con una subida del 5% en la última sesión del año.
WALLBOX Y SU DESCORRELACIÓN ENTRE LA BOLSA Y EL NEGOCIO
Durante el año, Wallbox ha dado buenas noticias sobre su negocio. La presentación de su nuevo cargador y la intención de liderar el mercado norteamericano son dos de sus puntos más fuertes. De hecho, las perspectivas para el último trimestre del año es alcanzar unos ingresos de entre 42 y 52 millones, una subida de entre el 60% y el 100% respecto al mismo periodo del pasado año. Las perspectivas muestran un margen bruto del 40%, que se irá incrementando según pueda optimizar los costes de la cadena de producción, mientras que la facturación se disparará entre el 115% y el 130%., hasta una horquilla de entre 154 y 164 millones de euros.
La compañía no enfoca la atención cotización de la acción al centrar todos sus esfuerzos en alcanzar el soñado objetivo de los 1.000 millones de facturación en 2025. La empresa dirigida por Enric Asunción ha mantenido esta meta en las presentaciones de resultados de este año, más tras abrir en Arlington, una inversión de 70 millones de euros que sería el gran punto de partida para abastecer todo el mercado norteamericano con un potencial de producción de un millón de unidades anuales y sin depender de los temidos cortes en las cadenas de suministros.
El handicap de Wallbox se debe a que es una compañía joven y tecnológica. El dinero ha huido de estas firmas en este 2022, pero las grandes compañías continuarán percibiendo la atención de los inversores. Sin embargo, la catalana tiene una serie de ventajas y diferenciación respecto al resto de empresas del sector de los cargadores eléctricos.
LOS PUNTOS FUERTES DE WALLBOX
Wallbox no sólo ha creado el primer cargador bidireccional, que permite utilizar la batería del vehículo como fuente de electricidad. Además, tiene el negocio de poder conectar en su nube todos los aparatos, permitiendo la gestión de la red y poder desconectar y reconectar los distintos dispositivos, optimizando los recursos. Asimismo, la catalana ha creado el primer cargador diseñado ante los apagones, un producto que se hace muy necesario en EE UU debido al sistema de la red, tan diferente y vulnerable respecto al de España.
La compañía cotizada catalana ha cerrado el tercer trimestre con un fuerte incremento de la facturación, un 140% más respecto a los mismos meses del pasado ejercicio, hasta alcanzar los 44,1 millones de euros. El margen bruto de la compañía se situó en el 41,4% y la facturación se desbocó un 535% en el mercado norteamericano. No obstante, registró pérdidas operativas de 20,7 millones de euros.
En total, vendió 67.000 cargadores en los meses de verano, un 93% más, haciendo frente a los cortes en la cadena de suministro. El acuerdo con Fisker para la venta e instalación de cargadores pondría a Wallbox en una buena situación para continuar siendo el más vendido por Amazon. Además, ha alcanzado nuevos acuerdos, como extender el de Uber a nivel europeo.