“El teletrabajo ha llegado para quedarse” es una de esas frases cliché que se leyeron hasta el cansancio durante el confinamiento. Tenía sentido, para muchos poder quedarse en casa y ahorrarse el desplazamiento a la oficina fue toda una bendición, pero a medida que ha vuelto la normalidad muchas empresas han decidido el regreso de sus empleados a la oficina.
Pero recientemente la vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera ha decidido rescatar el contexto. Según Ribera el teletrabajo puede ayudar a reducir el gasto total de energía, un punto clave en toda conversación del gobierno por estos días. Sin embargo, quedarse en casa puede significar un costo extra para los empleados, la factura de la luz.
CUANTAS PERSONAS ESTÁN TELETRABAJANDO
Según datos del instituto nacional de estadistica el 13% de los españoles trabaja desde su casa, un número que puede parecer reducido pero que descubre su magnitud al compararlo con 2019, cuando el total era menor al 5%. Tiene sentido, después de todo la mayoría de las empresas se vieron obligadasa imponerlo sin demasiadas opciones.
Además no es un pocentaje bajo al comparlo con el resto de Europa. Si bien es cierto que paises como Irlanda, Alemania o Suecia superan a España en cuanto a personas que trabajan regularmente desde su hogar los españoles caen justo en la media, y superan casos como el de Italia.
Sin embargo en el caso español cada vez son más los que aseguran que el teletrabajo es más un tema ocasional, es decir menos de la mitad de los días que trabajan. Está cifra viene en aumento y abarca algo más de la mitad de aquellos empleados que teletrabajan.
QUE DEBE PAGAR LA EMPRESA
Parte de los motivos es la obligatoriedad de las empresas de pagar los gastos en luz y calefacción. En el caso español la ley obliga a las empresas a cubrir ese gasto siempre que el empleado trabaje más de un día a la semana en casa. En caso contrario los gastos tanto del transporte los otros días como los de casa corren por parte del empleado.
Es parte del motivo por lo que una empresa que de todos modos requiera manteneren funcionamiento una oficina puede preferir tener a sus empleados en la oficina. Esto podría aumentar el consumo de energia y el gasto en transporte, pero lo cierto es que parece que ninguna de las opciones es perfecta.
Esto sin contar casos como los autonomos que deben ver como sus gastos aumentan con la subida permanente de la luz y el gas, situación que se mantendrá así por los próximos meses.
VIENE EL INVIERNO
Estos temas pueden dar que pensar en los últimos meses de este año, cuando bajen las temperaturas después del verano. Para un empleado que trabaje desde su casa en estas fechas el costo de la calefacción sumado a los constantes aumentos del gas puede ser demasiado.
Los precios de la luz y el gas no haran más que subir en los próximos meses, y la idea de volver a la oficina para poder trabajar sin pasar frío puede cobrar más fuerza. Eso sumado a la amenaza de una recesión que bien podría complicar aún más la situación podría llevar a que los empleados busquen formas de reducir gastos, y el retorno a la oficina puede ser una forma de hacerlo.
