El Este de Europa y Alemania se tambalean: caídas en el PIB y riesgo de recesión

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El PIB de la Eurozona ha salido airoso en el segundo trimestre de este 2022, pese a los tambores de recesión. No obstante, la marcha económica ha sido muy desigual para los países más importantes. España es la que más crece de entre las cuatro principales potencias del euro, con un alza del 1,1% en el PIB, seguida de Italia, a pesar de las turbulencias políticas, con un ascenso del 1%. Sin embargo, las preocupaciones se centran en Francia y Alemania, con una subida exigua del 0,5% y nula, respectivamente.

De esta forma, la economía alemana está a un trimestre de entrar en recesión técnica. En esta situación también se encuentran varios países de Europa del Este, como Letonia, Lituania y Polonia, con caídas profundas en el PIB durante los meses de abril a junio tras registrar importantes crecimientos en el primer trimestre.

Letonia busca ahora restringir el trabajo a los ciudadanos rusos tanto en el ámbito privado como público ante las continúas provocaciones de Rusia

Este eje del acero y la industria, así como de la agricultura, está notando en sus propias economías las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania. Los polacos son los peor parados, con un desplome del 2,4%, tras la ausencia del turismo ruso y los cortes energéticos desde Rusia, así como el impacto de las medidas del Gobierno para paliar los devastadores efectos de la inflación y el incremento de las materias primas que han paralizado la construcción en el país, con una caída en el sector del 4,5% frente a la subida del 13,1% durante los tres meses anteriores.

LETONIA, A LOS PIES DE PUTIN Y DEPENDIENTE DE UNA PARADA ALEMANIA

Otra de las economías más perjudicadas en la Eurozona es Letonia. El país busca ahora restringir el trabajo a los ciudadanos rusos tanto en el ámbito privado como público ante las continúas provocaciones de Rusia y el riesgo de una nueva invasión. Hace apenas tres semanas, los oligarcas de Vladimir Putin cortaron el suministro de gas, tensionando aún más a la industria del país. La situación es tal que el sector de la construcción se hundió un 5,2% en el último trimestre, tras subir un 3,4% en el anterior. El país, además, registra una importante ralentización en las manufacturas, una de sus locomotoras. Y es que, sin pedidos desde Alemania, la industria del país del este del Viejo Continente se resiente. Asimismo, Letonia se prepara para una mayor sacudida durante este verano debido a la escasez de gas.

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Por otro lado, Lituania también sucumbe a la crisis energética profundizada por la invasión de Rusia a Ucrania y la inflación desbocada. Los informes preliminares auguran un fuerte incremento de los precios cercano al 16%, una situación insostenible más cuando su escudo se basa en la llegada de fondos europeos. El Gobierno lituano trabaja para mitigar la pérdida de poder adquisitivo, pero lo consigue mediante la emisión monetaria. Es decir, echando gasolina al fuego.

En este sentido, incrementará las pensiones, salarios y el salario mínimo, provocando así los temidos efectos de segunda ronda por la inflación. En este sentido, el impacto sobre la inflación es prácticamente el contrario. Al haber más liquidez, el sistema sube los precios. Para contrarrestarla es necesario retirar dinero de la circulación. Así, ha incrementado los salarios de los hogares vulnerables en un 15%, mientras trata de poner en marcha un plan de eficiencia energética, pero aún muy dependiente del gas ruso.

PORTUGAL BORRA SU MILAGRO PARA DAR EL PASO HACIA LA RECESIÓN

Por otra parte, el milagro portugués deja de ser tal y se encuentra también a un paso de la recesión tras una pérdida del 0,2% del PIB. Un contraste del escenario del primer trimestre, cuando creció un 2,6%. La economía lusa, además, ha registrado su peor déficit desde 2011, cuando tuvo que ser rescatada por el Banco Central Europeo (BCE). El déficit comercial supera los 3.250 millones, debido al aumento en el déficit de la balanza de bienes. Todo ello, mientras Estados Unidos lidia con la recesión técnica sin haber salido aún de la crisis de la pandemia.

España, por la mejor época estival desde 2019, se libra por ahora de entrar en recesión, pese a registrar una de las inflaciones más elevadas de toda la Eurozona y elevar la deuda en un 117%, hasta un nuevo máximo histórico. Por norma general, cuando Alemania entra en esta situación, se contagia el resto de la Eurozona al ser la locomotora. En la economía se suele cumplir el dicho: «Cuando EE UU se constipa, Europa coge pulmonía».

Sin embargo, no siempre ha sido así, pero siempre se ha cumplido en las recesiones a nivel mundial. De hecho, si la economía más importante del Viejo Continente se detiene, también lo hará la industria de todos los países del euro. Sin embargo, esta crisis es diferente para España, más cuando tiene el 40% de la capacidad gasificadora de toda Europa, aunque a precios desorbitados. Alemania, por su parte, trata de llenar sus reservas antes del crudo invierno que se avecina.

ESPAÑA NIEGA LA ENTRADA EN UNA RECESIÓN CASI INEVITABLE

El Gobierno de Pedro Sánchez, por ahora, trata de tranquilizar a la ciudadanía con mensajes positivos. Sin embargo, la incertidumbre es muy elevada. De hecho, la mayoría de economistas consultados por Bloomberg creen que la recesión llegará a Europa, pese a crecer en su conjunto un 0,6% en el segundo trimestre del año. Las previsiones apuntan a más tensiones en los precios en España, así como a un menor crecimiento tras el fin del turismo.

Asimismo, cabe recordar que China atraviesa una de sus peores crisis inmobiliarias. En el gigante asiático se designa un plan para construir viviendas, con participación directa del Gobierno. Para impulsar la actividad, el país ha descendido los tipos de interés y esperar una mayor concesión del crédito. Sin embargo, el consumo se está ralentizando, así como su crecimiento.