No te rindas, mamá: un libro sobre la lucha de una madre por ayudar a sus hijos adolescentes

Desde una postura tremendamente valiente y vitalista, Mariola narra la historia que le tocó vivir al descubrir que la vida de sus hijos adolescentes se le había ido de las manos. No te rindas, mamá hace un recorrido por la existencia de Gonzalo y Candela, dos jóvenes que, tras perder el rumbo de sus vidas, se encuentran sumergidos en un mundo donde la violencia, la ausencia de límites y las drogas se convierten en protagonistas. Una difícil historia en la que Mariola tuvo que coger el timón del barco e involucrarse hasta el punto de verse obligada a tomar decisiones drásticas como echar a su hijo de casa o denunciar a su propia hija.

La narración de esta obra está recogida en un formato colaborativo donde madre e hijos cuentan en primera persona cómo se sintieron y vivieron este complejo proceso de transformación. Los acompaña, en su relato, Eva Milla, directora de Orientak que, junto a otros terapeutas del centro, caminó de la mano de esta familia en su camino para reconstruirse.

¿Cómo definirías tu lucha por ayudar y sacar adelante a tus dos hijos adolescentes, de donde has sacado las fuerzas?

Siento que, cuando se trata de tus hijos, sacas las fuerzas de donde sea. He de decir que TODOS tenemos esa fuerza interior, somos mucho más fuertes de lo que creemos y ante una situación crítica o de peligro sacamos las fuerzas de donde haga falta, nuestro cerebro se activa y la adrenalina da rienda suelta … también el cortisol, y así acabé yo, devastada, pero con mis hijos a salvo.

La lucha fue dura, muy dura, ahora releyendo la historia, con los hechos ordenados, las voces de mis hijos, la de mi madre, pienso …. ¿Sería capaz de volver a pasar por la misma situación?, ufff, duro eh?, muchas decisiones antinaturales para una madre, decisiones de cara a tus hijos, también decisiones meditadas para alejarme de seres queridos durante un tiempo para centrarme en el objetivo sin escuchar las voces del exterior que, desde el desconocimiento y desde el amor, trataban de aconsejarme sobre el camino a elegir.

Te encuentras en una situación en la que no sabes que va a pasar dentro de una hora, tu vida se convierte en una improvisación constante, eso desestructura y desajusta muchísimo a nivel cerebral.

Cuando pasó todo no era capaz de terminar una tarea sin liarme con mil cosas a la vez o de organizar algo tan sencillo como mi agenda, algo que llevaba haciendo toda mi vida, me ahogaba en un vaso de agua, me entraba ansiedad en la oficina, que acabé dejando tras el confinamiento.

Ninguno somos los que fuimos antes de que todo empezara, y gracias a Dios todo salió bien y hoy puedo decir que los 3 hemos salido fortalecidos y renacimos.

¿Cuál fue la señal que te hizo descubrir que la vida de tus hijos adolescentes había cambiado radicalmente o se te había ido de las manos?

Cuando entran en la adolescencia pasan cosas. Inevitablemente, ves que las cosas cambian, que ya no entran por el aro como cuando eran pequeños, todo lo relacionas con la edad y las hormonas, a algunos niños les da mas fuerte que a otros, en esta familia somos guerreros así que no me sorprendió, en un principio, situaciones y sucesos, pero cuando empezamos a desaparecer, a contestar un día tras otro y de repente un día abres la puerta de tu casa y te encuentras a los Servicios Sociales, ojo, ya no es una revolución hormonal de tus hijos adolescentes, no, ahora podría suceder que los Servicios Sociales se llevaran a tus hijos, y eso si que es una pesadilla espantosa, un nudo en el estómago, no te entra en la cabeza, no das crédito, es real, está sucediendo, esto se nos ha ido de las manos y estamos jugando con fuego.

¿Cuál crees que es la razón para que los adolescentes en general pierdan “el rumbo de sus vidas”?

Soy de las que piensa que si te tiene que pasar, te va a pasar te pongas como te pongas, no importando tu nivel social y/o económico, yo lo he vivido con mis 2 hijos.

Hice pleno, además, pasando por todas las fases del proceso, vengo de la zona norte de Madrid, de una familia de clase media y he estudiado en colegios privados. Se que tenía que ser, y fue. O lo asumes, lo aceptas y fluyes con el problema o estás KO. Siento que cuanto antes asumas que has perdido el control y antes te pongas manos a la obra, antes terminas con la pesadilla.

¿Cuáles han sido las decisiones más dolorosas como madre que te ha tocado vivir en estos últimos años?

Pues muchas, pero muchas: echar a mi hijo de casa, denunciar a mi hija por agresión, denunciar sus constantes desapariciones, enfrentarme a los Juzgados del Menor, abrir la puerta a los Servicios Sociales para que entren a tu casa a valorar si tus hijos están bien atendidos en tu “hogar”, reventar la ventana de tu baño para sacar a tu hija inconsciente tras un intento de suicidio y poner todo el protocolo en marcha para que sea atendida, bloquear el móvil de mi hijo para que se quedara sin acceso a su madre, cruzármelo en la calle y no saludarle estando fuera de casa ….. ir a trabajar cada día con la sonrisa, los tacones y la raya del ojo pintada como si nada estuviera pasando en casa ……

El libro está escrito por los tres, la madre y los dos hijos… cada capítulo con su visión, eso enriquece al lector, pero ¿Qué te ha producido saber que ellos vivían la realidad de la sociedad de forma diferente?

Siento que es normal, que los adolescente viven una realidad distorsionada por el cambio tan brusco al que están siendo sometidos, no saben ni por donde les viene el viento.

Algunos adolescentes lo viven de una manera más tranquila que mis hijos, a los míos les tocó bien virulenta, quiero creer que era necesaria una crisis como la que vivimos para estar donde estamos hoy, ya sabes, nada pasa por casualidad.

¿Cuál crees que es la importancia de Orientak en este camino?

Es fundamental, a mi me salvaron la vida. Cuando te encuentras con una situación de este calibre te sientes totalmente desamparada, sola, sin información, te encuentras con que necesitas ayuda de varias fuentes: Psicólogo, Servicios Sociales, absentismo de la Comunidad de Madrid, los Juzgados del Menor, la Guardia Civil, el Colegio, cada uno trabajando a su ritmo y de manera individual, te sientes juzgada, evaluada, criticada, infravalorada, desorientada, en definitiva aterrada.

No sabes que tienes que hacer, no te atienden donde es necesario, todo es un mundo, todo es cuesta arriba, todo es un nudo en la garganta y un vértigo espantoso.

Con Orientak yo encontré el apoyo y comprensión que necesitaba, ojo, sin paños calientes, lo que es, es. Eso si, te encuentras con una entidad, que se hace cargo de todas las entidades anteriormente mencionadas, se pone delante de ti, contigo y tus niños, y se encarga de todo:

Psicólogo, Servicios Sociales, absentismo de la Comunidad de Madrid, los Juzgados del Menor, la Guardia Civil, el Colegio y, además, de ti y de tus niños, imagínate, música celestial para mis oídos.

Me quedó clarísimo en la primera reunión que tuve con ellos, que duró 3 horas: ¿Dónde tengo que firmar?. Acaté normas desde el inicio, ellos sabían lo que había que hacer y yo accedí de buen gusto, por fin me resonaba lo que estaba escuchando.

Lo has denominado “manual de vida” ¿crees que puede ayudar a ese 30% de familias españolas que cada año se ven afectados por trastornos de comportamiento o personalidad parecidos a los descritos en este libro?

Si, lo creo, siempre que los papás lo crean también. Siento que uno debe cambiar, no solo los niños. Siento que debemos trabajar en nosotros mismos para ayudar a nuestros hijos, la vida nos pone a prueba, a veces las pruebas son en forma de hijo.

Entonces viene la pregunta del millón: ¿Para que me pone la vida en esta situación?, ¿Qué tengo que aprender o trabajar en mí que veo en mi hijo?, el efecto espejo que lo llaman.

Nuestros hijos son maestros y aprendices a la vez, muchas de sus actitudes que nos molestan de ellos son conflictos nuestros no resueltos en el pasado, o rasgos que nos molestan de nosotros mismos y que se manifiestan en ellos como reflejo … entonces, ¿Qué tenemos que cambiar nosotros para ayudarlos a ellos?.

Puedo asegurar, y siempre hablo desde mi experiencia, desde mi transformación, que cuando tú cambias, tus hijos cambian, tu entorno cambia, todo cambia, para mi ese es el Manual de Vida.

¿Cómo es tu vida ahora, y la de tus hijos?

Estamos de maravilla, todo fluye, hacemos planes juntos, y separados también, siempre desde el amor y el respeto hacia el ser que somos cada uno de nosotros y trabajando siempre en una mejor versión.

Los problemas y las dificultades surgen, la vida finalmente son obstáculos y decisiones constantes, ahora bien, como tu gestiones la adversidad es lo que va a marcar la diferencia y va a construir tu vida.

Nosotros hemos aprendido que cada tormenta trae crecimiento y, finalmente calma, hemos aprendido que las cosas importantes no son cosas, hemos aprendido que el trabajo en uno mismo es fundamental si queremos avanzar y crecer en esta vida, hemos aprendido a valorarnos y gestionar nuestras vidas desde el amor y la gratitud, hemos aprendido a no juzgar, no tenemos ni idea de lo que está pasando en la vida de cada persona y hemos aprendido que no somos nadie para emitir juicio de valor alguno.

Hemos aprendido a que si quieres, puedes y no importa la edad que tengas si realmente quieres cambiar, hemos aprendido que los hábitos que construyen son el gran aliado de nuestra vida, y hemos aprendido a hacer hincapié en nuestro autoconocimiento y en nuestro desarrollo personal.