La comisaria europea de Energía ha asegurado este martes en el Congreso que la Comisión trabaja en una propuesta para facilitar a los Estados miembros actuar frente a la actual escalada de precios de la electricidad con precios regulados, dentro del mercado marginalista, y manteniendo esta regulación «compatible con el sistema de mercado libre».
Durante su comparecencia ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) para la Unión Europea, Simson ha subrayado que «los precios regulados ya se permiten dentro de la directiva europea», pero «en determinadas circunstancias y para un grupo muy restringido».
En todo caso, ha dicho estar «trabajando en directrices que permitan a los Estados miembros poder utilizar a corto plazo los precios regulados para abordar la crisis actual», facilitando «todo el uso posible de flexibilidad de la regulación de mercado».
Desde que se iniciara la escalada de precios de la electricidad, empujada por los elevados precios del gas natural y los derechos de emisión de CO2, España ha venido exigiendo a la Comisión, entre otras medidas, directrices para poder introducir mejoras en el funcionamiento del mercado marginalista y compensar el encarecimiento de los precios.
La comisaria ha celebrado con «satisfacción» medidas adoptadas por España en materia de reducción de impuestos, o el destino del dinero de las subastas de CO2 para aliviar los costes regulados, o la modificación de la tarifa regulada de gas, si bien ha señalado que el Ejecutivo español está pidiendo un segundo paquete de propuestas.
SEGURIDAD DE SUMINISTRO Y ESTABILIDAD FINANCIERA
En este sentido, ha asegurado estar trabajando en el mismo y ha asegurado que presentará «un nuevo documento» en las «próximas semanas», si bien ha defendido el funcionamiento del mercado marginalista por sus incentivos a la inversión en energía renovable, su financiación con mínima ayuda estatal y la garantía de suministro.
«Su diseño siempre nos ha protegido contra los apagones», ha dicho, contraponiendo esto con otros mercados con precios regulados como el chino, si bien ha expresado su «disposición» y «voluntad» para «explorar soluciones que ayuden a abordar la volatilidad del mercado de electricidad».
Simson ha enfatizado que un abandono del mercado marginalista «tendría consecuencias gravísimas para los presupuestos nacionales» y «fragmentaría un mercado muy bien integrado», afectando también, ha dicho, a las estrategias de descarbonización.
«No impactaría en un Estado miembro, sino en todos», ha dicho, antes de añadir que, a la hora de plantear esta posibilidad, «la mayoría de los Estados no tienen muchas ganas de empezar a cambiar el diseño de mercado en medio de una crisis, porque ven los beneficios que proporciona su diseño».
En todo caso, ha asegurado que la Comisión ha encargado a la agencia europea reguladora de energía un «análisis en profundidad» con propuestas para afrontar una «volatilidad imprevista» como que viven en estos momentos los mercados de electricidad.