Alerta roja en la industria cerámica: con los hornos parados comienzan los despidos

La crisis energética está golpeando más a la industria cerámica y azulejera española que las restricciones de movilidad que se adoptaron a causa del coronavirus. A pesar de que la demanda de sus productos sigue gozando de buena salud –sobre todo en el mercado nacional– el salvaje incremento de costes energéticos no está pudiendo ser asumido por las empresas, que se están viendo obligadas a realizar despidos y a ajustar costes de producción paralizando hornos y trabajando a la mitad de su capacidad.

Así lo apuntan a MERCA2 fuentes de esta industria que es vital para el tejido económico español, especialmente el de la Comunidad Valenciana. El sector de la fabricación de azulejos y pavimentos cerámicos da empleo a cerca de 16.000 personas que trabajan en empresas netamente exportadoras, con presencia en casi 200 países que, además, han consolidado esta actividad como una de las más robustas de España. Son compañías tan relevantes como Porcelanosa, Keraben o Pamesa (que tiene además el 50% de Argenta y Cifre).

Pero ahora las tornas están cambiando debido al encarecimiento de la energía, con el gas como principal elemento de la discordia, ya que esta industria es muy intensiva en el uso de esta materia prima, fundamental por alta alta demanda térmica del proceso de cocción. Las políticas de transición energética han impulsado los precios del gas –primando este hidrocarburo como fuente de respaldo a las renovables y creando el inflacionario mercado de emisiones de CO2– y las suministradoras han roto los contratos de forma unilateral para actualizar los tarifas a la nueva coyuntura.

Todo ello ha provocado un incremento de costes que una gran parte de las empresas del sector no puede asumir sin realizar ajustes laborales. En la actualidad hay más de 500 trabajadores en esta industria afectados por Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTEs), y según ha podido saber este diario hay compañías que han comenzado a despedir personal, sobre todo en la recta final de enero y afectando incluso a aquellos que tienen contratos indefinidos.

“SOBRAN ENTRE EL 30% Y 40% DE TRABAJADORES”

Las fuentes consultadas indican que con el actual escenario de precios del gas «sobran entre el 30% y el 40% de los trabajadores», ya que «no tiene sentido tener plantillas grandes si no se encienden los hornos para aumentar la producción».

Por su parte, la patronal Ascer señala a MERCA2 que «a falta de datos concretos de reducción de puestos de trabajo, es un hecho que la drástica reducción de la rentabilidad de las empresas a causa de la crisis energética que atravesamos, va a influir en el empleo ya sea de forma temporal o definitiva».

Se ha producido lo que anticipaba precisamente el presidente de de esta asociación profesional que representa a las empresas de la industria cerámica y azulejera, Vicente Nomdedeu, que hace unas semanas apuntaba que «hasta que los precios del gas no se estabilicen, la única opción que tienen ante sí las empresas es parar la producción y esto conlleva afección en el empleo«.

Nomdedeu hizo estas declaraciones en la presentación de los resultados de la industria al cierre de 2021, un año en el que el sector logró una facturación de 4.650 millones de euros, de la que tres cuartas partes procede de las exportaciones. A pesar de que la patronal espera que las ventas en España crezcan un 22% este año, las nuevas tarifas energéticas les obligarán a realizar ajustes dolorosos y a subir precios. Y es que el importe del gas que pagan hoy las empresas es hasta cuatro o cinco veces superiores al que abonaban con los anteriores contratos, pasando de tener un peso en la estructura de costes del 10% a un 35%.

ABANDONO INSTITUCIONAL

Además de los hornos parados y las reducciones de empleo, las fuentes consultadas indican que en las próximas semanas las compañías volverán a elevar los precios que cobran por sus productos, de forma que la espiral inflacionaria seguirá creciendo y contagiándose al resto de las actividades productivas, especialmente las que tienen más relación con la industria cerámica y azulejera, como las inmobiliarias. Unos incrementos de precios que introducirán presión en la negociación de los convenios colectivos, dificultando los acuerdos entre empresarios y sindicatos.

La patronal lleva tiempo denunciando el abandono por parte de las Administraciones Públicas españolas, reclamando un Estatuto similar al que tiene la industria electrointensiva, pero centrada en el gas natural. Una norma «que reconozca la contribución que las empresas del sector aportan a la mejora de la gestión técnica del sistema, por sus características de consumo (en horas de baja demanda con curva estable y predecible)» y que, dote a estas compañías industriales «de un marco jurídico y económico que proporcione seguridad y certidumbre de los costes energéticos y no lastre su competitividad internacional». apunta Ascer.

IMPUESTOS Y DERECHOS DE EMISIÓN DE CO2

Otras medidas propuestas por esta industria son la la rebaja del IVA en todos los componentes de la factura de gas y una reducción o exención del Impuesto de Hidrocarburos, así como la disminución de peajes y cargos –garantizando así un tratamiento fiscal más equilibrado respecto del otorgado a la electricidad– junto con una reforma del sistema de fijación del precio del CO2.

Y es que el coste de los derechos de emisión de dióxido de carbono se ha duplicado en el último año por el incremento de la ambición climática de la Comisión Europea y la especulación de fondos inversores que los compran para luego revenderlos a las industrias productivas que usan la energía.

«Para sectores como el cerámico que no tienen una alternativa técnica ni económicamente viable para reducir emisiones de CO2 en el corto-medio plazo, se debería articular un sistema de compensaciones que reconozca las inversiones de las empresas en materia de descarbonización y permita compensarlas con las emisiones generadas; de esta manera se contribuiría a alcanzar los objetivos de reducción globales sin mermar la competitividad de las industrias más difíciles de descarbonizar», señala Ascer.

La semana pasada representantes de la patronal española y de la italiana, mantuvieron un encuentro en el Parlamento Europeo con la a Directora de Competencia responsable de Mercado, Energía y Medio Ambiente, Anna Colucci, para expresar esta problemática que afecta especialmente al sector azulejero y cerámico. Entre ellas destaca la revisión urgente de las directrices sobre Derechos de Emisión (ETS) para permitir la inclusión del sector de las baldosas cerámicas en el listado de sectores que pueden recibir compensación de costes indirectos.

«La problemática derivada del régimen de comercio de emisiones es un lastre para la competitividad de la industria europea, y compromete gravemente su viabilidad poniendo en riesgo su supervivencia y la de los miles de puestos de trabajo que de ella dependen. Es necesario que, desde la Comisión Europea y los gobiernos nacionales, se acompañe al sector manufacturero en su proceso de transición y que se establezca un marco que permita conceder ayudas compensatorias a nivel nacional para aquellos sectores industriales que difícilmente puedan alcanzar los objetivos fijados por la UE», manifestó el presidente de Ascer tras la reunión.