Sin hacer mucho ruido, como siempre ha hecho en las compañías en las que ha estado, Juan Béjar Ochoa (Madrid, 1957) ha dejado su puesto como miembro del consejo de administración de la inmobiliaria Metrovacesa. No ha trascendido el motivo de esta dimisión, comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Béjar ha estado relacionado con el mundo de las infraestructuras desde sus inicios laborales, cuando comenzó a trabajar en 1978 en Hisalba, que entonces era el mayor productor mundial de cemento.
Ha estado ligado la mayor parte de su vida -la friolera de 16 años- a Ferrovial, una de las mayores constructoras españolas en todo el mundo. Cuando llegó en 1991 a la compañía se convirtió en uno de los artífices del cambio de una constructora doméstica y tradicional en un grupo internacional muy diversificado en actividades y que está a la cabeza mundial en la explotación de infraestructuras.
A esto hay que añadirle que durante este periodo fue el encargado de impulsar la constitución de Ferrovial Aeropuertos, uno de los negocios que ha sido clave para la empresa. Igualmente, fue junto el promotor principal dentro del entramado familiar que dirige la familia Del Pino de la puja y adquisición del operador británico de aeropuertos BAA.
Igualmente, como consejero delegado de Infraestructuras y de Cintra, Béjar fue el encargado de que esta última debutara en Bolsa en 2004. Esta salida fue calificada como la mayor del año, pero también la de volumen más cuantioso desde la salida de Inditex a Bolsa en 2001. Cintra fijó una banda indicativa de precio de venta de sus acciones de entre 8,24 y 8,80 euros, con lo que se estrenó con un valor bursátil que llegó a los 4.486 millones de euros. En Ferrovial estuvo hasta 2007, y posteriormente recaló en el grupo Cementos Portland durante un año.
Béjar fue el encargado de que Cintra debutara en Bolsa en 2004
EXPERIENCIA EN INFRAESTRUCTURA
Su periplo por las compañías constructoras no acabó con Ferrovial. En 2013, y solo durante dos años, comenzó a trabajar con FCC, donde su cargo fue el de consejero delegado de la compañía. Su salida fue posterior y promovida por la entrada en 2014 de Carlos Slim, que se posicionó como primer accionista tras adquirir una participación del 25,6%. Béjar, en los dos años que estuvo como cabeza de FCC, finalizó la reestructuración de la deuda de la compañía, tras unos años de dura crisis económica que forzaron sucesivos expedientes de regulación de empleo.
La carrera del directivo ha estado marcada por las infraestructuras. De hecho, se ha mantenido desde casi los inicios de Globalvia, donde comenzó como presidente ejecutivo de la compañía, mientras que ahora ha pasado a ser no ejecutivo. Globalvia nació a principios de con el objetivo de unir en un solo grupo todos los activos en concesión de infraestructuras que FCC y Caja Madrid (en la actualidad Bankia) tenían en sus portfolios.
El ejecutivo venía de hacer un cambio no radical, pero si diferente a su experiencia en empresas puramente del sector de la construcción. Desde junio de 2007 hasta su entrada en Globalvia fue presidente de Citi Infraestructure Investors Management Company, la compañía de gestión de activos de Infraestructura de Citigroup. Su misión fundamental fue la de constituir un fondo de 3.400 millones de dólares para inversión en infraestructuras y la posterior gestión de los activos adquiridos. Dos años después, el grupo había llevado a cabo la adquisición de Itinere, además de Kelda, empresa de gestión integral de agua del Reino Unido y el 50% de las participaciones en empresas internacionales de las que era titular el aeropuerto de Vancouver.
Además, le bastaron seis meses para poner en marcha en Citigroup un primer fondo especializado en estas inversiones y para lanzar sus redes en uno de los mercados más codiciados por su anterior grupo, el de servicios concesionales en el Reino Unido. A la espera del próximo destino del directivo, ahora tiene un tiempo para poner en orden sus asuntos y practicar las aficiones que tanto le gustan, la caza y el esquí.
