Los dos archipiélagos, seguidos por Madrid y Barcelona, liderarán el crecimiento del tercer trimestre de 2021, tras ser las regiones que registraron las mayores caídas de la actividad económica y del empleo, descontando el efecto de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el 2020.
Así se desprende del estudio ‘Covid-19: Una proyección sectorial y provincial de la recuperación de la actividad económica’, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi).
Asimismo, el estudio señala que los sectores económicos más sensibles a las restricciones, como el comercio, el turismo, el transporte y el ocio exhiben una mayor capacidad de creación de empleo que el resto, lo que anticipa una mayor rapidez en la recuperación del mercado laboral que la registrada en anteriores ciclos recesivos.
De acuerdo con el estudio, previsiblemente la heterogeneidad provincial y sectorial seguirá caracterizando el crecimiento para los próximos años, hasta 2023. Sin embargo, apunta a que no será equivalente a la observada en la gran crisis financiera iniciada en 2007.
CRECIMIENTOS POR ENCIMA DEL 1,5%
En concreto, el informe refleja que los dos archipiélagos registrarán un importante avance de su actividad económica en este trimestre, con crecimientos por encima del 2%, auspiciados por las perspectivas turísticas depositadas en la temporada estival.
Asimismo, el estudio de Afi predice un crecimiento trimestral del 1,7% y 1,6% para Madrid y Barcelona, respectivamente. Por lo tanto, aun siendo menor que el crecimiento previsto para los archipiélagos, Madrid y Barcelona también se situarían a la cabeza de la recuperación.
Con todo ello, en la medida en que el consumo, la renta de los hogares y la inversión privada retornen a sus niveles prepandemia, cabría esperar que mercado laboral acompañe a la recuperación de la actividad económica.
En cuanto a los sectores, el estudio indica que, haciendo una distinción entre el conglomerado sectorial de aquellas actividades económicas más sensibles a las restricciones provocadas por la Covid-19 y el resto de ramas de actividad económica, se obtiene que mientras los primeros apenas requerirían que su actividad aumentase un 0,24% interanual para crear empleo, los segundos necesitarían que, al menos, su actividad creciese un 0,33% interanual para incrementar sus plantillas.