sábado, 14 diciembre 2024

La dueña de Iberia presiona al Gobierno para levantar las restricciones a los vuelos

IAG ha mostrado, una vez más, unas cuentas maltrechas. Así, en los resultados trimestrales, presentados este pasado viernes 7 de mayo, el consejero de IAG, Luis Gallego, ha evidenciado un nuevo hundimiento de los ingresos, de hasta el 79%, mientras que los gastos apenas los han podido contener en un 50%. El resultado han sido perdidas por más de 1.000 millones. Pero gallego también ha querido dejar un halo de esperanza de cara a los próximos meses: «Estamos listos para volar».

Pero su mensaje también ha sido una advertencia para las autoridades políticas. Así, Gallego ha señalado a continuación de lo anterior que «se necesita de la acción de los gobiernos«. Un plural que, sin embargo, parece teledirigido para Pedro Sánchez y su ejecutivo. Al fin y al cabo, mientras otros grandes países turísticos como Grecia ya trabajan a destajo para poner la alfombra roja a los millones de turistas que deben llegar, en España no se han dado pasos decisivos.

Para IAG hay cuatro frentes que se deben atacar para poder reactivar el sector turístico español. En primer lugar, el propio Gallego hizo alusión a se establezcan «corredores aéreos sin restricciones» entre países con «programas de vacunación exitosos y protocolos de prueba eficaces», como el Reino Unido y Estados Unidos. La firma conoce muy bien las medidas que se están implantando en una de sus regiones clave como UK, pero echa en falta que su otro enclave estratégico, España, de el paso.

La segunda consiste en facilitar pruebas asequibles para aquellos que todavía no han podido vacunarse. La petición, obviamente, se produce a nivel de llegadas. Para IAG es esencial de cara a reactivar las llegadas y, con ello, al sector turístico español la colocación de «pruebas asequibles, simples y proporcionadas para reemplazar la cuarentena y las costosas pruebas de varias capas», señaló Gallego.

FRONTERAS CON PERSONAL Y PASES DIGITALES

Aunque para ese trabajo el Gobierno deberá reforzar su presencia en los aeropuertos. Ese es el tercer gran punto al que alude IAG para empezar a volar de manera más recurrente: «Fronteras bien dotadas de personal que utilizan tecnología sin contacto, incluidas puertas electrónicas, para garantizar un flujo seguro y fluido de personas y viaje sin fricción. Con ello, se pretende hacer más amena la llegada y el tránsito a modo de desarrollar una experiencia que satisfaga a los visitantes.

Por último, a modo de refuerzo de la idea, IAG ha vuelto a poner en valor el uso del llamado pasaporte de vacunación. Aunque con la posibilidad de incorporar datos sobre pruebas PCR recientes para lograr un mejor dinamismo de todo lo anterior. Así, Gallego puso el énfasis en el desarrollo de «pases digitales para pruebas y documentación de vacunación para facilitar los viajes internacionales».

 “Estas medidas permitirán una reapertura segura de nuestros cielos. Los viajes sustentan una industria global que respalda 13 millones de puestos de trabajo solo en Europa. Existe un alto nivel de demanda reprimida y la aviación desempeñará un papel fundamental en la reconexión de personas y haciendo que las economías vuelvan a funcionar «, explicó en última instancia el CEO de la aerolínea.

LA DEFICIENCIA DE LAS CUENTAS DE IAG

Sin las medidas exigidas, el futuro de IAG es cada vez más complicado como volvió a poner de relieve el primer trimestre del año. Así, el ‘holding’ que engloba Iberia, British Airways (BA), Vueling y Aer Lingus registró unas pérdidas después de impuestos y partidas excepcionales de 1.067 millones de euros durante el primer trimestre de este año. Una cifra enorme que, sin embargo, llegó a ser hasta un 36,6% menos respecto a las pérdidas del mismo periodo del ejercicio anterior.

El resultado después de impuestos antes de partidas excepcionales fue también negativo con 1.124 millones de euros, frente a los ‘números rojos’ de 556 millones de euros de un año antes, según ha informado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las pérdidas de las operaciones de IAG se situaron en 1.068 millones de euros en el primer trimestre de este año, un 42,6% inferiores a las del primer trimestre de 2020.

Los complicados números a los que se enfrenta la compañía la ha obligado a revisar continuamente su modelo. «Estamos tomando todas las medidas necesarias para garantizar la salud financiera de nuestro negocio a largo plazo, incluida una exitosa ampliación de capital de 2.700 millones de euros realizada el año anterior, y seguimos centrados en reducir nuestra base de costes y aumentar la eficiencia», explicó Gallego. Pero tampoco evitó el altavoz ofrecido por los resultados para señalar que «estamos haciendo todo lo que está en nuestro poder», pero ahora es el turno de otros.


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