Lanzar un producto al mercado es un gran reto para cualquier emprendedor. Porque puede tratarse un artículo vinculado a un segmento en el que ya haya mucha competencia o, por el contrario, de algo tan novedoso que es posible que todavía no haya una demanda estabilizada. Aún así, un emprendedor siempre debe estar dispuesto a innovar.
Lo ideal es sacar al mercado productos que ya sean la versión definitiva de los mismos. Pero, en un entorno tan competitivo, prima la rapidez. Por eso, en muchas ocasiones se recurre al producto mínimo viable. Algo así como una versión beta que se pone a disposición de los consumidores y sobre la que se irán haciendo diferentes ajustes en función de cómo se comporte la demanda.
5Acertar con el precio
Como se ha señalado antes, es imprescindible que el producto se ajuste lo máximo posible a las necesidades y expectativa del cliente potencial, y esto afecta de forma directa al precio. Cuando un artículo lleva mucho tiempo en el mercado los costes de producción han bajado y es posible rebajar su precio, pero esto es algo complicado cuando se trata de productos nuevos.
Lo primero que tiene que saber el emprendedor es cuánto están dispuestos a pagar los consumidores por sus productos, y esto es algo especialmente difícil de averiguar cuando se trata de artículos realmente novedosos en el mercado. La clave está en no “regalarlos”, pero tampoco excederse con el precio. Hay que ajustar el valor del producto lo máximo posible a la capacidad económica de aquellos a quienes se ha elegido como público potencial.
