Cómo hacer unas patatas fritas que no engorden ni un gramo

¿Quién se puede resistir a un buen plato de patatas fritas? Ya sean doradas con sal o acompañadas de infinitas salsas, la papa frita es una de esas comidas que gusta tanto a adultos como a niños. Ahora bien, a pesar de que para muchos es el alimento preferido, comer muy a menudo y en grandes cantidades implica irremediablemente coger algún kilo de más. ¿Es posible cocinar patatas que no sea al horno o al microondas y que sea saludables? Lo cierto es que sí, y es más fácil de lo que piensas. Además, tal y como vamos a ver a continuación, no existe una única forma de conseguir las ansiadas patatas fritas perfectas que no engordan.

¿Y realmente son patatas fritas? Pues sí, las tres propuestas que recogemos al final del artículo incluyen tres formas distintas de freír patatas sin que estén grasientas y sin que nuestra conciencia lamente el capricho.

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¿POR QUÉ ENGORDAN LAS PATATAS FRITAS?

por qué engordan las patatas fritas

¿Cuál es el motivo por el que las patatas fritas engorden tanto? Más allá del metabolismo de cada persona, la patata frita más habitual se hace con abundante aceite de girasol. En muchos restaurantes y bares, dignos de cualquiera de las emisiones de Pesadilla en la Cocina de Alberto Chicote, el cambio de aceite es muy poco común. A todo esto, se le suma que la patata en sí misma, por los almidones, una vez introducida en el aceite, absorbe grandes cantidades. De esta forma, el aceite ‘sustituye’ al agua que naturalmente tiene en el interior.

Con las recetas que vamos a ver a continuación para hacer patatas fritas más saludables y que no engorden, vamos a atacar precisamente los dos puntos: la absorción del aceite y el cómo conseguir que éste sea el hacedor con la menos carga calórica posible.