Cómo hacer unas patatas fritas que no engorden ni un gramo

¿Quién se puede resistir a un buen plato de patatas fritas? Ya sean doradas con sal o acompañadas de infinitas salsas, la papa frita es una de esas comidas que gusta tanto a adultos como a niños. Ahora bien, a pesar de que para muchos es el alimento preferido, comer muy a menudo y en grandes cantidades implica irremediablemente coger algún kilo de más. ¿Es posible cocinar patatas que no sea al horno o al microondas y que sea saludables? Lo cierto es que sí, y es más fácil de lo que piensas. Además, tal y como vamos a ver a continuación, no existe una única forma de conseguir las ansiadas patatas fritas perfectas que no engordan.

¿Y realmente son patatas fritas? Pues sí, las tres propuestas que recogemos al final del artículo incluyen tres formas distintas de freír patatas sin que estén grasientas y sin que nuestra conciencia lamente el capricho.

¿CUÁNTO ENGORDAN LOS FRITOS?

Como bien insisten los nutricionistas, las patatas, como tubérculos, no engordan. De hecho, son uno de los alimentos con un menor aporte calórico (apenas 80 calorías en 100 gramos). Como alimento es versátil –no deja de ser el segundo más consumido en el mundo-. Sin embargo, aquí influye y mucho, el proceso de elaboración. No es lo mismo hacerlas al vapor que freírlas que hacerlo además con aceite de girasol. El proceso en sí es lo que en verdad carga a la rica patata de todas esas calorías que siempre acuden a nuestra conciencia después de comerlas. ¡300 calorías más mínimo se suman a la patata! Y eso siempre y cuando utilicemos aceite de oliva sin refinar. Si apostamos por los aceites de girasol o de coco o de cualquier otra variedad como la colza, subimos cómodamente a 400-500 calorías.

Deliciosas papas fritas