¿Recuerdas la teoría de la pirámide de Maslow? En ella el autor nos explica que los seres humanos tienen una serie de necesidades que deben satisfacer. Estas están divididas en cinco escalones. Hasta que no se satisfacen las necesidades de un escalón no se puede ascender hasta el siguiente.
Richard Barrett recoge esta teoría y la aplica al mundo de las empresas, señalando para ellas siete niveles de consciencia que influyen de forma directa en su desarrollo. Igual que ocurre con los seres humanos, en el caso de las empresas es fundamental satisfacer las necesidades que están en los niveles más bajos de la pirámide para luego ir ascendiendo. Esto consigue que alcanzar el éxito sea algo más fácil, puesto que permite hacer una planificación más inteligente de los recursos.
La teoría de la pirámide de Maslow
También conocida como la jerarquía de las necesidades humanas, fue elaborada en 1943 y sigue vigente desde entonces. Según Maslow, los seres humanos tenemos diferentes necesidades que podemos englobar en cinco grupos diferentes: básicas, de seguridad y protección, sociales o de afiliación, de estima o reconocimiento, autorrealización.
Estas se agrupan en forma de pirámide. Mientras que las necesidades básicas son la base de la pirámide, las de autorrealización se sitúan en la cúspide. En consecuencia, hasta que no hemos satisfecho adecuadamente cada grupo de necesidades no podemos avanzar hasta el siguiente.
Por ejemplo, una persona no tendrá ninguna necesidad de ser reconocida o valorada socialmente si primero no ha satisfecho necesidades básicas como alimentarse adecuadamente.
Numerosos autores centrados en el estudio de los negocios asimilan el ciclo de vida de las empresas con el cliclo de vida humano, puesto que estas también nacen y mueren y pasan por diferentes etapas a lo largo de su vida. Por eso, han surgido autores que han adaptado esta teoría de la jerarquía de las necesidades humanas al mundo empresarial.
Los 7 niveles de consciencia de las empresas
Richard Barrett es un autor, filósofo y consultor especializado en temas de liderazgo, valores, conciencia y evolución cultura de los negocios. Partiendo de la teoría de la pirámide de Maslow ha desarrollado un modelo que nos habla de siete niveles de consciencia por los que pasan todos los negocios.
Igual que ocurre con la teoría de Maslow, las empresas no pueden pasar de un nivel a otro hasta que no han satisfecho completamente las necesidades del nivel inferior.
La primera etapa es la de supervivencia, en la que el emprendedor tiene que conseguir establecer su propio negocio y que empiece a generar ingresos suficientes, al menos, para sufragar los costes operativos y poder subsistir. Para conseguirlo es fundamental contar con una buena planificación y seguirla al pie de la letra, aunque sin dejar de lado la flexibilidad en caso de que esta sea necesaria para garantizar la supervivencia del negocio.
La segunda etapa es la de las relaciones, y hace referencia al surgimiento de relaciones internas dentro de la empresa que darán lugar a lo que se conoce como cultura empresarial. Pero también implica la creación de relaciones de cara al exterior: búsqueda de proveedores, captación y fidelización de clientes, creación y desarrollo de la imagen de marca, etc.
El tercer nivel es el de la autoestima, en el que la empresa ya se va asentando en el mercado y busca ganar reconocimiento y prestigio. Pero no solo de cara hacia afuera, también quiere ser bien valorada por quienes trabajan dentro de la misma. Esto le permite vender más y también atraer y retener el talento.
La cuarta etapa es la de transformación, y para Barrett es una de las más importantes en el proceso de consciencia. Porque los negocios deben estar siempre orientados hacia el cambio y la innovación. En este nivel tiene una relevancia trascendental el feedback que la empresa va obteniendo tanto de sus trabajadores como de sus clientes. Si es capaz de utilizar bien esa información, puede transformarse en un negocio todavía más eficiente.
El quinto nivel es el de cohesión. El negocio deja de centrarse en sí mismo para pasar a valorar más a las personas que lo forman. Implica una profundización en las relaciones internas dentro de la empresa a través de técnicas como el teambuilding para fidelizar a los empleados o el employer branding para atraer nuevo talento. También supone la consolidación de la clientela, creando lealtad hacia la marca y sus productos o servicios.
En el sexto nivel está la necesidad de contribución, un escalón que no todos los negocios pueden alcanzar. Cuando la empresa ya ha satisfecho todas las necesidades anteriores, puede centrarse más en el entorno y empezar a valorar si puede aportar más cosas de valor y dejar una huella más permanente dentro de su sector.
Por último está la etapa de servicio, que implica ir un paso más allá de la contribución para generar un bien mayor. Aquí se incluye todo lo relacionado con la responsabilidad social corporativa y la adición a los valores de la empresa de cuestiones que preocupan al conjunto de la sociedad como la sostenibilidad o la conciliación.
Avanzar por la pirámide de Maslow para empresas
Como has podido comprobar, la teoría de Barrett es algo similar a la jerarquía de necesidades que enunció Maslow. Tiene mucho que ver con la evolución de las empresas a nivel interno y externo, pero no creas que es algo propio solo de las grandes compañías.
Multinacionales como Endesa, IKEA, etc. han avanzado por estos siete niveles que hemos visto y a día de hoy están centradas en el nivel de servicio, intentando ir un poco más allá y que su contribución a la sociedad sea mayor. Aunque es cierto que alcanzar los niveles seis y siete no está al alcance de todos los negocios, tampoco es algo que debas descartar.
Ya hay muchos ejemplos de pequeños negocios que, dentro de sus posibilidades, también han avanzado hasta estos niveles. Por ejemplo, pequeñas empresas que tienen una política activa de contratación de personas con discapacidad, o que colaboran habitualmente con entidades sin ánimo de lucro.
Tu negocio puede llegar a escalar en esta particular pirámide tan lejos como tú quieras. La clave está en hacer una buena planificación de los recursos y de las acciones que vas a llevar a cabo.