Después de muchos rumores y meses de negociaciones parece que, por fin, la ley española de startups está un poco más cerca de convertirse en realidad. Será la primera vez que en nuestro ordenamiento jurídico exista una norma destinada a regular en exclusiva un fenómeno empresarial que está cobrando un gran auge a nivel mundial.
La transformación del modelo productivo nacional es un tema que está sobre la mesa desde hace ya varios años. Durante la crisis de 2008 se pudo comprobar que una economía basada principalmente en el turismo no es viable, pero a tenor de los expertos no se tomaron medidas suficientes para solucionar este problema.
Ahora que la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha afectado especialmente a sectores como el turismo y la restauración, vuelve a salir a relucir la necesidad de promover el desarrollo de otras áreas económicas, y las startups se perfilan como la solución, de ahí la necesidad de regularlas mejor.
España intenta estimular el emprendimiento
A pesar de que en nuestro país autónomos y pymes son los grandes generadores de empleo, lo cierto es que el nivel de emprendimiento no es demasiado elevado. Son pocas las personas que se atreven a dar el paso de poner en marcha su propio negocio.
Los Poderes Públicos son conscientes de la necesidad de promover el autoempleo y en 2018 pusieron en marcha el Programa España Nación Emprendedora, que quiere cambiar el modelo productivo español.
Entre las medidas recogidas estaba aumentar la inversión en las startups nacionales, a fin de situar a España como uno de los líderes europeos en este campo. Para que esto sea posible hace falta un nuevo marco legal que se adapte a la realidad de este tipo de empresas centradas en la innovación tecnológica, por eso se ha estado negociando una ley referida específicamente a ellas.
¿Qué objetivos busca la ley española de startups?
La Ley de Fomento del Ecosistema de Startups todavía no ha visto la luz, pero ya se sabe que su objetivo fundamental es flexibilizar y agilizar los procesos que llevan a la creación y desarrollo de este tipo de empresas.
La norma se encargará de delimitar los que se entiende como startup a efectos legales, establecer los requisitos técnicos y económicos que deben cumplir todos aquellos inversores que quieran apoyar a los emprendedores de este sector y establecerá además un marco que favorezca la creación de este tipo de compañías.
Otro de los temas importantes que seguramente tratará la ley española de startups son los visados para emprendedores tecnológicos. Estas tech visas pretenden atraer talento al país y que emprendedores de otros lugares del mundo creen aquí sus empresas.
Por el momento la Asociación Española de Startups se ha mostrado satisfecha con el desarrollo que se está dando a la ley, pero los expertos temen que quizá la regulación no sea suficiente. Señalan la gran necesidad que existe de reducir la burocracia para que la creación de empresas en España sea mucho más rápida y sencilla, lo que estimularía el emprendimiento. Por otro lado, también se espera que haya importantes incentivos fiscales para los inversores, lo que facilitaría el acceso de las startups a la financiación que necesitan.
Mientras llega la nueva norma ya se están tomando medidas para acelerar el emprendimiento en startups y está previsto reforzar el ICO con 500 millones de euros destinados a la financiación de este tipo de empresas. Además, pronto se pondrán en marcha las Oficinas Nacionales de Emprendimiento, que tendrán un funcionamiento totalmente online.
La ley española de startups es un proyecto de ida y vuelta
Aunque existe constancia de lo importante que es promover el emprendimiento, y más en un sector en pleno desarrollo como lo es el de las startups, lo cierto es que el desarrollo legislativo no está siendo sencillo.
La idea de hacer una normativa que establezca un marco legal que facilite la creación de startups lleva en marcha desde el año 2018, e incluso llegó a estar en fase de consulta pública. Sin embargo, después de unos meses de trabajo poco más se supo de él.
La llegada de la pandemia de Covid-19 a principios de 2020 paralizó muchos proyectos legislativos que estaban pendientes. Pero a finales de ese mismo año la Secretaría de Estado para la Digitalización y la Inteligencia Artificial hizo referencia a la próxima llegada de la ley española de startups durante la presentación del South Summit 2020.
La Secretaria manifestó que el proyecto de la ley de startups ha vuelto a ponerse en marcha y que podría convertirse en una realidad en los próximos meses.
Objetivo 2030
El objetivo 2030 establecido en el Programa España Nación Emprendedora entronca directamente con la ley española de startups, porque lo que se busca es estimular el emprendimiento a todos los niveles, pero muy especialmente en el ámbito tecnológico. A través de estrategias que impulsen la inversión, la atracción y retención de talento y la competitividad en el plano internacional.
Existen además cinco áreas básicas en las que se quiere promover el emprendimiento a nivel tecnológico. Se trata de la salud digital, el turismo inteligente, la agroalimentación tecnológica, la movilidad sostenible y la aceleración de startups.
A fin de conseguir este objetivo que hemos señalado, está previsto que próximamente se publique la Agenda Digital y se anuncie un plan de carácter nacional para mejorar las habilidades tecnológicas de los españoles.
Lo que está claro es que las startups han llegado para quedarse y han conseguido atraer el interés de los inversores a nivel mundial. En 2020 el nivel de inversión en este tipo de empresas en España fue inferior a los datos de 2019, pero no por falta de interés en este sector o porque vaya mal, sino por la incertidumbre provocada por la pandemia de Covid-19.
Un buen ejemplo es que Joan Roig, propietario de Mercadona, ha apostado fuerte por Lanzadera, una aceleradora de empresas que acoge a 21 startups.
Si finalmente la ley española de startups se pone en marcha, es posible que el interés de los inversores en este tipo de empresas crezca todavía más, lo que sería positivo para la economía a nivel general.