La fábrica de Azucarera en la localidad zamorana de Toro ha cerrado la campaña con 310.000 toneladas de remolacha líquida molturada después de 54 días de trabajo. Un rendimiento que ha ofrecido, según los datos aportados por la industria, una riqueza media de 17,2 grados de polarización.
El rendimiento de los cultivadores de la comarca toresana en esta campaña ha sido de 100 toneladas tipo por hectárea, tal y como se desprende del informe publicado este viernes por Azucarera.
Asimismo, cabe destacar de 256.000 toneladas de ese total han llegado de la superficie arrancada en la provincia de Zamora, que consta de 2.815 hectáreas, dejando únicamente 686 hectáreas sin arrancar.
Este sobrante será entregado en la fábrica de La Bañeza, en la provincia de León, cuando inicie su campaña. Además, otras 48.000 toneladas proceden de hectáreas contratadas en la sede leonesa y 5.500 toneladas más de la planta de Miranda de Ebro, en Burgos, donde no ha quedado nada pendiente de cosechar.
Unas cifras que constituyen un «resultado muy positivo» teniendo en cuenta las difíciles circunstancias en las que se produjo tanto la siembra como la producción del azúcar el pasado 2020 debido a la crisis del coronavirus.
La industria, de hecho, a reconocido que «tanto los remolacheros como las empresas de arranque, los transportistas y el personal de Azucarera ha sabido estar a la altura» en un momento complicado para el sector.
De cara al futuro, Azucarera espera tener una expectativa «más favorable» dentro del mercado y oportunidades de mejora para los agricultores, basadas en nuevas variedades de semilla y avances tecnológicos.