La solución para dejar de comer por ansiedad

Hay momentos en tu vida en los que los viajes al frigorífico son continuos y en los que tu boca está más tiempo masticando que vacía. No tienes hambre, simplemente es necesidad por comer. Hay que saber distinguir cuando estás famélico a cuando tienes un episodio de ansiedad.

Es fácil sufrirla y no darte cuenta hasta que tu salud corre peligro. Uno de los trastornos que puede producirte tener ansiedad es el alimenticio.

Comer de forma impulsiva tiene sus consecuencias negativas graves.

Puede provocarte diabetes, obesidad, colesterol e incluso problemas cardíacos debido al sobrepeso.

La ansiedad y el estrés suelen ir de la mano. Tienes que detenerte y hacerle caso a tu cuerpo. Tu organismo es muy inteligente y te manda señales que te indican que algo no anda bien.

Si no eres capaz de solucionarlo por ti mismo, pide ayuda a una especialista, pero no lo dejes porque puede ser peligroso.

Te diré algunos trucos para que la ansiedad no pueda contigo y le ganes el pulso.

Entre comidas

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El mayor reto al que puedes encontrarte cuando tienes ansiedad y necesitas comer es, lógicamente, cuando no estás comiendo.

Algunas claves para evitar atracar el frigorífico son:

  • Después de comer, toma una infusión diurética saciante, como puede ser el té rojo, el té de rooibos o el té de diente de león. Son bebidas naturales que le harán bien a tu organismo. Si tienes ansiedad evita las bebidas con teína o con cafeína, y con mucha azúcar.
  • Cuando sientas que tienes la imperiosa necesidad de comer espera cinco minutos haciendo otra cosa. Engaña a tu cerebro. No tengas en la cabeza: “No quiero comer, no quiero comer”, porque eso aumentará tus ganas. Simplemente, ordena un cajón, lee un libro, ponte música, date una ducha, haz cosas cotidianas que te mantengan entretenido.
  • Otro truco que da muy buenos resultados es beberte un vaso de agua en vez de comer algo. La hidratación es esencial para el cuerpo humano. Estamos hechos de agua. Deberías de tomar dos litros y medio de agua al día para cubrir tus necesidades y encima adelgazar. Si llenas el estómago con un vaso de agua tu estómago estará lleno y no tendrás tantas ansias de comer.

El deporte es un gran aliado contra la ansiedad y si comes un poco de más te servirá para utilizarlo para quemar energía en vez de acumular grasas. Con tal de que des un pase de media hora al día estás haciendo deporte y evitando una vida sedentaria.

Sal, pasea, mira el mundo que te rodea y respira aire fresco.

Trucos para combatir la ansiedad de comer

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Comer chicle es una forma de que estés masticando sin ingerir demasiadas calorías. Masticar chicles puede hacer que la ansiedad que tienes por comer se mitigue un poco.

Ten algunos frutos secos siempre encima. La ansiedad no elige cuándo y dónde te va a dar. Una buena solución en tener algunas nueces en el bolsillo. No se te van a estropear, si no las tienes mucho tiempo, y puedes comerlas en cualquier sitio. La fibra que contienen te sacia rápido.

Intenta no comer solo tres veces al día.

La solución para ir luchando poco a poco con la ansiedad de comer sin ganas es hacer cinco comidas al día. No te pegues cinco atracones. La idea es que administres tus comidas.

Es decir: Por la mañana el desayuno, a media mañana lo ideal es una manzana o una pera, que te hartan y te aportan vitaminas y nutrientes. Luego almuerza, después merienda un poco más fuerte si quieres y cena poco para que la digestión no te moleste a la hora de dormir.

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Bebe un vaso de agua antes de dormir para que tu estómago esté lleno y no te entren ganas de comer. No más de uno porque tendrás que levantarte al servicio. El insomnio por ansiedad también puede hacer que tengas ganas de comer.

Descansa, al menos, seis horas por la noche.

Lo más importante es que, si sientes que no puedes lidiar con este problema tú solo, acudas a tu médico y que él te derive a un especialista si fuese necesario. Hay momentos en la vida en la que necesitas un bastón externo que te ayude a caminar.