El pleno del Parlamento europeo ha adoptado este miércoles un informe sobre la política común europea en el que advierte de que considera que el acuerdo negociado entre la Unión Europea y Mercosur «no puede ser ratificado en su estado actual», por las dudas sobre el respeto por parte de los países del Cono Sur de los compromisos y salvaguardas medioambientales que recoge el pacto.
El aviso de los eurodiputados se ha incluido con una enmienda promovida por los Liberales y los Verdes a un informe más global que ha salido adelante con el apoyo de 431 votos, 140 en contra y 124 abstenciones.
La enmienda que recuerda los compromisos climáticos del Acuerdo de París y expresa que el acuerdo comercial no puede ser ratificado si no se modifica ha salido adelante con un resultado más ajustado (345 síes, 295 noes y 56 abstenciones).
Con todo, la enmienda se ha mantenido solo parcialmente ya que ha caído la parte en la que se señalaba expresamente la «preocupación por la política medioambiental de (el presidente de Brasil) Jair Bolsonaro».
La posición de la Eurocámara sobre el acuerdo con Mercosur dependerá de un informe del que el ponente será el eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas, aunque el Parlamento no prevé iniciar las discusiones no arrancarán hasta que el pacto sea firmado por los Estados miembro, nunca antes de 2021.
Tras dos décadas de complejas negociaciones y largos ‘impasse’, la Unión Europea y los países de Mercosur anunciaron en 2019 un acuerdo de asociación y libre comercio que, sin embargo, debe resolver aún flecos y superar la ratificación en los parlamentos nacionales y europeo.
La Comisión Europea, de hecho, tiene aún sin concluir su evaluación sobre la base legal del acuerdo comercial y de asociación que determinará si lo somete al Consejo como un solo paquete o dividido para separar la parte comercial y evitar así que la parte más polémica tenga que ser sometida al visto bueno también de los parlamentos nacionales.
Hace dos semanas, también el comisario de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, avisaba también de las diferencias que existen entre Estados miembros sobre este acuerdo comercial, lo que podría complicar la última fase del proceso de aprobación.
«No todo el mundo está de acuerdo en este tema y, definitivamente, necesitaremos tener más discusiones entre nosotros», dijo Breton tras escuchar a los ministros de Comercio de la UE en una cena informal en Berlín.