Dieta inversa: cómo adelgazar un montón de kilos sin comer menos

Adelgazar es un proceso que no suele ser fácil. Deshacernos de esos kilos de más que nos incomodan, implica una serie de esfuerzos como introducir hábitos deportivos, revisar nuestra alimentación y restringir la ingesta de calorías. Después de poner toda nuestra voluntad para conseguir el peso deseado, llega el temor al efecto rebote, algo habitual con la mayoría de las dietas, especialmente si se vuelve al estilo de vida anterior.

Para evitar que esto ocurra debemos adoptar lo que se conoce como ‘dieta inversa’. No se trata de una dieta ni para ganar peso ni para perder, aunque el nombre nos pueda resultar impreciso. Es un método que se utiliza después de haber seguido una dieta para adelgazar en la que hemos reducido las calorías diarias. 

CÓMO SE HACE LA DIETA INVERSA 

Para seguir este método y que funcione tenemos que tener un control de las calorías. Necesitamos saber con exactitud cuántas estamos ingiriendo en ese momento, ya que ese será el punto de partida. A partir de ahí iremos incrementando la cantidad de forma paulatina. Para hacerlo bien hay que utilizar una báscula para controlar las cantidades y poder apuntar las calorías de cada plato que comemos, y sumar cuantas hemos consumido a lo largo del día. Podemos ayudarnos de alguna aplicación móvil. Cuando ya tengamos claro cuánto estamos comiendo nos marcaremos un objetivo. Si estamos consumiendo 900 calorías y queremos llegar a las 2000 del principio, podemos establecer un periodo de tiempo pero tiene que ser razonable. Lo ideal es que sea un proceso lento y muy progresivo para que el metabolismo se vaya activando poco a poco. Lo recomendable es aumentar un 5% o menos el consumo calórico semanal, por ejemplo 50-100 calorías al día durante cada semana. La dieta inversa debería durar al menos unos tres meses.  

Noemi A.
Noemi A.
Soy una apasionada de internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales, adicta a la información y a aprender y descubrir algo nuevo cada día.