La crisis del coronavirus ha pasado factura en las empresas cotizadas españolas, los inversores muestran signos de desconfianza. En el conjunto de 2020 solo siete compañías del Ibex 35 consiguen mantener los números verdes.
Las empresas españolas siempre se han caracterizado por el pago de dividendo como estrategia de fidelización al pequeño accionista y ahora se han visto obligadas a suspenderlo para tener liquidez.
Aunque algunas lo han hecho medio obligadas, en concreto la banca. Lo que empezó siendo una recomendación, se convirtió en toda una orden por parte del Banco Central Europeo, (BCE) que fue tajante desde el inicio de la pandemia: no podéis pagar dividendo a los accionistas al menos hasta octubre, ya sean estos a cuenta de 2019 o de 2020. Ahora, la petición se extiende hasta el 2021.
UN 70% MENOS
No solo la banca necesita liquidez, todas las empresas en mayor o menor medida se han visto afectadas por el covid-19, así Amadeus, ArcelorMittal, Ence, IAG o Meliá, también han optado por cancelarlo.
Y en total, el pago de dividendos a los accionistas de empresas españolas se ha reducido en un 70,3% en el segundo trimestre, hasta los 1.606 millones de euros, lo que supone “uno de los mayores recortes a nivel global”, donde pesa y mucho, la cancelación del dividendo de Inditex, según un análisis de la gestora Janus Henderson.
La textil gallega tomó la decisión de retrasar un año el pago de su dividendo extraordinario (0,78 euros por acción) que estaba previsto para 2020 y 2021, según explicó en un hecho relevante remitido a la CNMV.
EL CASO DE BBVA Y CAIXABANK
Las empresas españolas que más dividendos pagaron en el segundo trimestre de este año fueron BBVA (989 millones de euros), Caixabank (389 millones de euros) y Ferrovial (unos 220 millones de euros), según el informe.
BBVA pagó en marzo el dividendo complementario de 2019 porque estaba aprobado antes de la decisión del BCE. Pero no pagaran más dividendo hasta que la incertidumbre desaparezca, siguiendo la recomendación del supervisor. Lo mismo ocurre en CaixaBank, que hicieron un pago sobre el ejercicio de 2019 y esperarán a que la institución que preside Christine Lagarde levanta la mano para pagar los de 2020.
A nivel global, el pago de dividendos se redujo un 22% hasta junio, en concreto, hasta 323.026 millones de euros, lo que supone el nivel más bajo en un segundo trimestre desde el año 2012 y el mayor descenso trimestral desde la crisis financiera.
EEUU, LA EXCEPCIÓN
Los dividendos cayeron en todas las regiones del mundo, a excepción de Norte América por la solidez de las empresas canadienses. También aquí la situación es distinta, Wall Street está en máximos mientras que las europeas siguen en números rojos. La Bolsa de Madrid cae un 25%, la de Londres un 20% y la de París un 16%.
El análisis destaca las «grandes diferencias por países y regiones», de forma que Europa y Reino Unido fueron las que más recortaron el pago de dividendos, con un 40% en media. El índice de pagos de dividendos globales de Janus Henderson se ha reducido a 182,2 puntos, un nivel que no se registraba desde el segundo trimestre de 2018, y «va a seguir descendiendo a medida que avance el año», según los pronósticos de la gestora.
«La mayoría de las empresas europeas reparten dividendos una sola vez al año, en el segundo trimestre, con lo que la cancelación del dividendo tiene un enorme y desproporcionado impacto en el total anual», explica la directora de inversiones de global equity, Jane Shoemake.
EL PEOR AÑO DESDE 2008
«En 2021, puede existir un posible rebote en Europa. En cuanto a Reino Unido, la subida será menor, ya que varias empresas como Shell y BP han aprovechado la oportunidad reajustar los dividendos a un nivel más bajo«, ha añadido.
Janus Henderson ha revisado sus previsiones de reparto de dividendos y anticipa que, en el mejor de los casos, caerá un 17% en términos generales en 2020. Este descenso podría profundizar hasta un 23%, lo que provocaría pagos globales de 930.000 millones de euros. 2020 será “el peor año” desde la crisis financiera de 2008, anticipa la firma.
Por sectores, la salud y las comunicaciones mostraron más resistencia en el pago de dividendos, frente a las firmas de finanzas y consumo discrecional que fueron las más vulnerables.