La agencia de calificación crediticia Moody’s ha revisado a la baja el rating de la constructora OHL en un escalón, desde ‘Caa1’ a ‘Caa2’, por lo que mantiene a la empresa en el nivel de «calidad muy pobre» dentro del llamado ‘bono basura’ o grado de especulación, al tiempo que ha rebajado la perspectiva de ‘estable’ a ‘negativa’.
Moody’s destaca que la rebaja del rating se debe al «debilitado desempeño operativo» de OHL, cuyos resultados del primer semestre se vieron «significativamente afectados» por el impacto de la pandemia del coronavirus, especialmente en las regiones en las que opera la constructora (España y Latinoamérica).
OHL registró una pérdida neta de 38,5 millones de euros en el primer semestre, lo que supone multiplicar por más de dos (+151%) los ‘números rojos’ de un año antes, a causa de la ralentización de la actividad constructora en algunos mercados provocada por la pandemia.
Asimismo, la agencia de calificación destaca el retraso de algunos de sus principales proyectos en curso, que son clave para financiar sus necesidades de efectivo en los próximos trimestres, lo que añade un riesgo más sobre la refinanciación de su deuda en una empresa «fuertemente apalancada».
Moody’s advierte también de las «difíciles» condiciones de mercado en algunas regiones clave del grupo, incluyendo España, Perú, Colombia o Chile, donde la actividad sigue «deprimida» debido a la pandemia del coronavirus, mientras se mantienen las perspectivas de una recuperación aún incierta.
La agencia de calificación crediticia afirma que el rating de OHL podría verse empeorado si el grupo no es capaz de mantener un nivel de liquidez suficiente para hacer frente a sus próximas necesidades de financiación durante el periodo 2020-2021.
En cambio, apunta que si mejoran sus resultados operativos de aquí a finales de año, impulsa la generación de caja y refuerza su liquidez, con una estructura de capital más sostenible y una reducción del fuerte endeudamiento, la calificación de la constructora podría mejorar en los próximos meses.
