Apple marca un hito en Europa: a Vestager se le atraviesan las tecnológicas

Fallo histórico a favor de Apple y otra espinita clavada para Margrethe Vestager, la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Competencia, que lleva luchando desde 2014 para que las Big Tech tengan una fiscalidad específica y no hagan sombra al resto de empresas.

Vestager ya abofeteó a Google con multas récord de 2.420, 4.340 y 1.490 millones de euros por abuso de posición dominante y está a punto de hacer lo propio con Amazon. Tal y como ella misma ha reconocido en varias entrevistas, quiere abrir una investigación formal sobre la empresa de Jeff Bezos en cuestión de días por prácticas monopolísticas, algo que lleva preparando casi un año.

La danesa ha insinuado durante meses que Amazon podría estar utilizando injustamente los datos de ventas para tener ventajas sobre las tiendas más pequeñas de su Marketplace. Y esto solo puede acabar en multas o una orden para cambiar la forma en que opera la compañía.

Todas sus estrategias van encaminadas a que los gigantes tecnológicos paguen unos impuestos acordes a su proporción, y así evitar la competencia desleal. Pero de momento Europa no le está dado la razón y desde 2016, se le atraviesa la empresa que dirige Tim Cook.

APPLE HACE HISTORIA

La danesa recibió un duro golpe este miércoles, cuando, en una sentencia histórica, el Tribunal General de la Unión Europea (TUE) anulaba la decisión de la Comisión Europea que exigía a Apple devolver 13.000 millones de euros (y más de 1.000 millones en pagos de intereses) en Irlanda por haberse beneficiado “de ayudas fiscales ilegales”.

La comisión había concluido en agosto de 2016 que el gobierno irlandés otorgaba beneficios ilegales a Apple y le requirió una millonada por los impuestos no pagados. Así que tanto Dublín como la multinacional tecnológica recurrieron esta decisión ante la Justicia europea. Y ahora les han dado la razón: no ha habido ventajas fiscales ni se ha violado ninguna ley. De hecho, el Ejecutivo comunitario no ha podido demostrarlo.

Pero Vestager no se va a quedar de brazos cruzados, tiene dos meses para decidir si recurre el fallo ante el Tribunal de Justicia, y además ha insistido en su mensaje: «Si los estados miembros otorgan ventajas impositivas a las compañías multinacionales, no están disponibles para sus rivales y perjudica la competencia leal». Por ello, la UE «continuará analizando medidas agresivas de planificación fiscal bajo las normas de ayuda estatal de la UE».

EL LÍO DE LOS IMPUESTOS

La empresa californiana lleva operando en Irlanda desde 1980 y al igual que otras compañías estadounidenses con filiales internacionales, ha sido acusada regularmente de eludir los impuestos extranjeros. En concreto, la CE acusaba a Irlanda de permitir a Apple pagar “sustancialmente menos impuestos que otras empresas durante muchos años”.

Y en parte, no le falta razón a Vestager, pues Apple pagaba muy pocos impuestos fuera de su país hasta hace poco. Sin embargo, entre 2018 y 2019, pagó más impuestos fuera de Estados Unidos que en los 15 años anteriores juntos. Según explica la propia empresa, son “el mayor contribuyente mundial” pues han pagado más de 100.000 millones de dólares (87.461 millones de euros) en todo el mundo a lo largo de la última década en impuestos sobre el beneficio y decenas de miles de millones más en otros impuestos.

«Este caso no trataba de cuántos impuestos pagamos, sino de dónde estamos obligados a pagarlos», añaden. La compañía defiende una solución global que establezca de qué manera deben pagar las multinacionales sus impuestos entre distintos países.

En este contexto, hay un debate en curso sobre si la Unión Europea debería tener su propio impuesto digital. Un impuesto a las Big Tech que garantice que paguen una parte más justa en comparación con las empresas más tradicionales. Ya sean compañías estadounidenses, chinas, japonesas, coreanas o europeas. “Se trata de la imparcialidad de los sistemas impositivos”, tal y como explicaba Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores a la CNBC este miércoles.

Aunque los planes de algunas naciones europeas, incluida España, para gravar a los gigantes tecnológicos ha ocasionado bastantes problemas con Estados Unidos, que entienden que el impuesto es discriminatorio hacia sus empresas.

EL PAPEL DE IRLANDA

Precisamente Irlanda ha tenido y tiene un papel fundamental en la negociación sobre una tasa específica para las grandes tecnológicas. En concreto, Paschal Donohoe, el recién elegido presidente del Eurogrupo y líder del Departamento de Finanzas del Gobierno irlandés.

En una entrevista reciente con Financial Times advirtió de que la tasa Google que promueven la UE y España puede traer una guerra comercial con EEUU y aboga por una tasa global para estas compañías. Su intención es que Donald Trump vuelva a la negociación, pues el presidente estadounidense ha amenazado con más aranceles si sigue adelante. En su opinión, los gigantes tecnológicos deben pagar más impuestos “ahora y en el futuro” pero apela por una fiscalidad que no afecte al comercio global.

En cuando a la sentencia de Apple, también se ha manifestado, además de celebrar el veredicto del (TUE) ha destacado que «Irlanda siempre ha tenido claro que no se dio un tratamiento especial a las empresas de Apple (ASI y AOE) y que se cobró la cantidad correcta de impuestos de acuerdo con las normas impositivas irlandesas».