La firma de inversión Pimco espera que la economía mundial se recupere de forma «desigual» de la recesión «aguda» y «breve» del coronavirus y que no alcance los niveles previos en las economías occidentales antes de 2022.
«El escenario base sigue siendo una recuperación accidentada y desigual, y es poco probable que se alcance el nivel de actividad económica anterior a la crisis antes de 2022 en la mayoría de las economías occidentales», ha subrayado el asesor económico global de Pimco, Joachim Fels.
Entre los factores para el «ascenso largo y arduo» de la economía, Fels ha destacado el distanciamiento social, los problemas de las cadenas de suministro, la «reasignación de mano de obra y capital de los sectores perdedores» y los efectos del exceso de deuda en el consumo y la inversión.
Además, ha señalado a las tensiones entre Estados Unidos y China como otro factor negativo preocupante. «Un estallido de la guerra comercial podría fácilmente minar la confianza de los negocios, endurecer las condiciones financieras y hacer descarrilar una frágil recuperación económica», ha recordado el experto.
La gestora ha dibujado tres escenarios probables de la economía mundial, si bien ha advertido de que en los próximos seis a doce meses, los riesgos para el escenario base de vayan probablemente «a la baja».
SEGUNDAS OLEADAS, EL PEOR ESCENARIO
En el peor escenario económico se incluye una doble recesión como resultado de fuertes y generalizadas segundas oleadas de infecciones por Covid-19 que provocarían renovadas interrupciones de la actividad económica por parte del Gobierno. «La historia y el sentido común sugieren que las segundas oleadas pandémicas son la norma y no la excepción», ha sostenido Feels.
En ese escenario pesimista, las quiebras en cascada de empresas, muchas de ellas de pequeño y mediano tamaño, que hasta ahora han salvado el tiempo de recuperación con liquidez de emergencia, serían más probables, y muchos despidos temporales se convertirían en pérdidas de puestos de trabajo permanentes.
LEGADO DURADERO
Pimco asegura que esta crisis ha servido de «catalizador» para una cooperación fiscal-monetaria «cada vez más estrecha» que será difícil de revertir. Por ello, considera que el aumento de los niveles de deuda del sector público y el incremento de los déficits presupuestarios durante más tiempo requerirán un apoyo constante del banco central.
En este sentido, anticipa que la monetización de la deuda a gran escala, el control de la curva de rendimiento y las tipos de interés a cero o negativos serán «legados duraderos de la crisis de Covid-19», lo que implica que los tipos de interés nominales y reales serán más bajos durante más tiempo.
La gestora considera que los mercados se han recuperado de los mínimos desde marzo gracias a las respuestas de política «rápidas y muy amplias» de los bancos centrales y los gobiernos.