Una de las primeras decisiones que debe tomar quien decide emprender una actividad profesional por su cuenta es bajo qué régimen jurídico lo hará. El emprendedor puede optar entre hacerse autónomo o bien crear una entidad mercantil con personalidad jurídica propia. Sin embargo, lo que pocos saben es que existe una figura a medio camino entre estas dos alternativas.
Se trata del emprendedor de responsabilidad limitada, una posibilidad regulada desde hace algunos años en la legislación española y que no es muy conocida por la mayor parte de la gente. Esto ya nos permite hacernos una idea de que no ha sido una alternativa con mucho éxito a pesar de que pretendía ser una opción viable para quienes querían trabajar por su cuenta.
Regulación del emprendedor de responsabilidad limitada
Desde hace ya algún tiempo se viene intentando introducir en nuestro ordenamiento jurídico medidas que impulsen el emprendimiento. Esto se debe en gran medida a que España es un país con un importante problema de paro, por lo que para muchas personas es más viable poner en marcha su propio negocio antes que encontrar empleo.
Dentro esas medidas para fomentar el autoempleo está la Ley de Emprendedores de 27 de septiembre de 2013. Entre las novedades previstas en esta normativa estaba la creación del emprendedor de responsabilidad limitada. Su objetivo es que un mayor número de personas se interesaran en trabajar por su cuenta al saber que en caso de responsabilidad económica no tendrían que responder con todo su patrimonio.
