El auge del libro electrónico viene siendo noticia hace meses. El confinamiento ha favorecido este aumento de lectores que se pasan al formato electrónico. Lo más novedoso de este viraje es que las bibliotecas por fin son participes de los buenos tiempos del ebook. Ya en 2014 ponían toda la carne en el asador, o más bien un millón y medio de euros para el proyecto eBiblio. Seis años después, la actualización de este servicio llama a la puerta del ministerio.
El desarrollo de la iniciativa de eBiblio tuvo lugar en 2014 y corrió a cargo del fruto de la unión de los grandes grupos editoriales de España, Libranda. Este proyecto contó con la inyección de 1,6 millones de euros por parte de la Secretaría de Estado de Cultura con el fin de generar 200.000 licencias para 1.500 títulos. Lo mejor de este servicio es la comodidad, pues solamente es necesario el carné de socio de la biblioteca y un dispositivo.
Seis años después, el Ministerio de Cultura anuncia la necesidad de actualización del programa que gestiona los préstamos electrónicos. La Junta de de contratación del Ministerio de Cultura pretende asegurar “la continuidad ininterrumpida” de eBiblio, y para ello ofrece 145.200 euros. Ahora bien, la empresa que resulte adjudicataria del servicio recibirá en 2020 un total de 24.200 euros, mientras que el resto de la cuantía pasará a 2021.
Según recoge la memoria sobre la contratación, los buenos resultados cosechados en los últimos cincos años y la creciente demanda se ven perjudicados por la falta de medios. De esta manera, la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria en el papel de órgano gestor, se ha visto obligada a recurrir a la contratación pública.
“La importancia creciente de la lectura digital en la sociedad española, la disponibilidad cada vez mayor entre los ciudadanos de dispositivos que permiten la lectura de libros electrónicos y la necesidad de que las bibliotecas públicas se mantengan actualizadas” son los motivos que justifican la inversión informática. En definitiva, un clima favorable para este modelo de lectura a ojos de la administración pública. El contrato tendrá validez durante un año, aunque será prorrogable.
LAS BIBLIOTECAS ESTÁN DE ENHORABUENA
Una de las peculiaridades que acompaña a eBiblio desde su nacimiento es que forma parte de la gestión autonómica de cada territorio. En esta línea, los órganos gestores han alardeado durante estos días de los buenos datos que ha dejado el confinamiento en materia de préstamos bibliotecarios.
Uno de los propósitos principales de la actualización es dar salida a formatos de audio, ya que los audiolibros son la gran apuesta editorial de esta nueva década. Aunque no contaban con el confinamiento, que ha dejado el ebook como única alternativa en el catálogo de las bibliotecas públicas.
Las cifras que acumulan las bibliotecas públicas en el mes de abril son históricas. La Comunidad de Madrid registró más de 120.000 préstamos; mientras que Andalucía se aproximaba a los 40.000 en el mes de marzo. Cabe recordar que la apertura del catálogo de eBiblio se abrió de forma gratuita para todos los usuarios, con independencia de si eran socios, durante los primeros días de confinamiento en pro de la cultura.
