El sector del autobús esquiva la quiebra con el cobro anticipado de facturas

El sector del transporte de viajeros por carretera atraviesa un momento muy delicado, con la mayoría de las compañías acogidas a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Y denuncian la morosidad de las Administraciones Públicas con estas empresas.

La Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebus) alerta de que “es necesario poner en marcha medidas excepcionales, de lo contrario, muchas empresas de autobuses no podrán superar la crisis”.

De hecho, según el II Barómetro covid-19 realizado por Confebus, 9 de cada 10 empresas de autobuses se han visto obligadas a aplicar un ERTE. Solo se mantienen en activo las empresas que cuentan con un contrato público y tienen que seguir prestando servicio, “aunque no sea rentable”.

Además, el estudio desvela que más del 42% de las empresas de transporte en autobús han registrado una caída hasta del 100% en el volumen de sus ingresos. Y desde Confebus advierten de que muchos de estos empresarios no cuentan con un colchón de ahorro potente para sobrevivir aún más semanas.

En declaraciones a MERCA2, el presidente de Confebus, Rafael Barbadillo, asegura que el número de ERTES en este sector aumentará en las próximas semanas “porque algunas empresas estaban aguantando como han podido, pero ya no cuentan con ahorros suficientes”.

Como ya adelantó este medio, los efectos de la pandemia del coronavirus comenzaron a sentirse en este sector ya en el mes de febrero con la caída de la demanda en los circuitos turísticos, y la cancelación de congresos como el Mobile World Congress.

Más tarde, le siguieron la cancelación de viajes de fin de curso a Italia, excursiones y viajes en general, el cierre de la actividad docente, y la suspensión de los viajes del IMSERSO, entre otros, hasta que finalmente se decretó el Estado de alarma, lo que se ha traducido en una caída de la demanda de los servicios de transporte de viajeros que ronda el 90%.

IMPAGO DE LAS ADMINISTRACIONES

Las empresas de autobuses interurbanos que cuentan con un contrato público saben que las Administraciones pagan sus facturas a 60 días, como mínimo. Un plazo excesivo en el actual contexto de crisis en el que la gran mayoría de empresas del sector están paralizadas.

Rafael Barbadillo alerta de que la morosidad de las administraciones “está creciendo otra vez, cada vez acumulan más deuda” y añade que, por ejemplo, en algunas autonomías “las administraciones no han pagado las facturas del transporte escolar prácticamente desde principios de curso”.

Pónganse al día con el sector”, es el mensaje que lanza el presidente de Confebus a las administraciones, ya que hay muchos empresarios afrontando gastos corrientes con ingresos nulos, e incluso algunos se han visto obligados a pedir financiación para evitar el impago.

Además, advierte de que esta morosidad por parte de las Administraciones será aún mayor en los próximos meses, “ya que contarán con menos liquidez”. Por lo que esperan un escenario complicado para recuperar la deuda generada.

ADELANTO DE FACTURAS

Ante la impotencia de que el sector público no asuma sus deudas con estas empresas en plazos inferiores a 60 días, desde Confebus han barajado diferentes alternativas para aliviar a los empresarios, y evitar que las tensiones en tesorería puedan poner en peligro la continuidad de la compañía.

De este modo, han firmado un acuerdo de colaboración con Borrox, una fintech española, que pertenece al Grupo IDEON. Esta empresa anticipa el pago de las facturas a los empresarios, y ya luego esta compañía se la reclamará al deudor.

Es 100% online y la solicitud se realiza desde su página web. El empresario envía la factura que quiere cobrar, y en menos de una hora Borrox le plantea una oferta y, si la acepta, en 48 horas le ingresan el dinero en su cuenta.

Para Rafael Barbadillo se trata de una buena opción, ya que no conlleva ningún tipo de gasto ni comisiones, y el empresario consigue liquidez en 48 horas, a cambio de un porcentaje previamente pactado. Además, con este método los empresarios pueden recuperar su dinero tanto de contratos públicos, como privados.

‘POST-COVID-19’

El desconfinamiento y la reactivación del tejido productivo conllevará la vuelta a la rutina de gran parte de los empresarios del sector del autobús interurbano, aunque algunos negocios como el transporte escolar puede que no vuelvan a funcionar hasta el nuevo curso.

Para Confebus, algunas de las medidas que ya se empiezan a tantear no son viables, o les produciría un «sobrecoste». Por ejemplo, la limitación de la ocupación del autobús de un tercio podría ser «muy complicada» en las grandes ciudades en hora punta.

«Nos supondría un sobrecoste brutal cumplir con esta restricción«, y añade que, «en el caso del transporte escolar, si para llevar al mismo número de niños necesitamos poner en circulación tres autobuses, ¿quién va a pagar este sobrecoste?».

De igual modo, destaca que esta limitación de pasajeros por autobús en el caso de los circuitos de turistas «encarecerá el precio del turismo«, lo que perjudicará aún más a uno de los sectores más perjudicados por la pandemia del coronavirus.