Cambio de hora durante el confinamiento: todo lo que debes saber

El horario de verano llega en plena cuarentena por la crisis del coronavirus. Así, a las 02:00 horas de la madrugada del sábado adelantaremos todos los relojes para que sean las 03:00 horas. El cambio de hora primaveral supone que los españoles duermen una hora menos.

Los cambios de hora comenzaron durante la I Guerra Mundial como medida para ahorrar carbón; en 1974, la medida se generalizó en plena crisis del petróleo, que obligó a los gobiernos a implantar medidas de ahorro energético. En la Unión Europea, el cambio de hora está regido por una directiva, si bien se espera que en 2021 se elimine la obligatoriedad.

ARGUMENTOS A FAVOR Y EN CONTRA

El debate sobre si hay que realizar o no el cambio de hora cada seis meses se genera, efectivamente, cada nueva cita con el adelanto o el atraso del reloj. ¿Cuál es el estado de la cuestión?

Por un lado, desde el punto de vista médico, se ha comprobado que algunas personas, no toda la población pero sí una parte importante, vive en una especie de jet lag con el cambio de hora. Esta situación se suele extender unos días, y a fecta más a las personas mayores y a los niños. El principal síntoma que perciben los afectados es un sueño más irregular, si bien no hay estudios concluyentes a este respecto.

Es más, desde la Sociedad Española del Sueño se muestran tajantes: lo ideal sería eliminar estos cambios de hora y dejar permanentemente el horario de invierno.

Por su parte, colectivos como la Asociación para la Racionalización de Horarios (ARHOE) también se posicionan a favor de la idea de eliminar los cambios y prefieren el de invierno. Los españoles, por el contrario, optan por el horario de invierno tal y como reflejan los últimos CIS.

¿EXISTE REALMENTE AHORRO ENERGÉTICO?

Uno de los principales argumentos tanto de quienes están a favor como en contra es el ahorro energético (o su ausencia). ¿Realemente se ahorran esos 300 millones de euros de ahorro?

Los detractores del cambio de hora enfatizan que este dato es confunso, ya que no tiene en cuenta el incremento de consumo de aparatos eléctricos. Por ahora, no existen ningún estudio concluyente que reafirme o desmienta este dato.

DORMIR UNA HORA ANTES

La primera medida que se recomienda para adaptar el cuerpo al nuevo horario es acostarse una hora antes el mismo sábado. De esta forma, aseguran, nuestro cuerpo no notará esa diferencia. Esto es especialmente imporantante en los niños.