Estos son los perros que ayudan a niños en los hospitales

Los perros son el mejor amigo del hombre. De eso no hay duda. Desde tiempos inmemoriales, nos han acompañado en todos los aspectos de nuestra vida. Ahora, después de tanto tiempo, también acompañan a los niños en los hospitales. Esto les ayuda a generar más confianza y superar de mejor forma el estar ingresados con tan poca edad.

Muchos hospitales utilizan esta técnica para facilitar la atención que se ofrece a los niños durante las terapias. También son una buena ayuda a la hora de facilitar la rehabilitación tras ciertas intervenciones como las quirúrgicas.

En Esplugues de Llobregat, el hospital de Sant Joan de Déu, cuentan con varios canes que han sido entrenados de forma especial para ayudar a los pacientes durante su recuperación. Al ser el entorno hospitalario, la compañía de los perros puede contribuir a mejorar el impacto que esto pueda producir.

2
Fundación Aladina y Asociación de Perros Azules

asociacion perros azules

En el Hospital Gregorio Marañón, también de Madrid, se presentó en el 2018 un programa para acompañar a los pequeños durante su estancia en el centro. Es una terapia lúdica con perros que ayuda tanto a pequeños como a mayores a superar el dolor, la ansiedad y el miedo. La terapia en dicho hospital ha sido desarrollada por la Fundación Aladina y la Asociación de Perros Azules.

Su objetivo principal es acercar a los pacientes de oncología a los animales para favorecer ese vínculo, ya de por sí bastante fuerte. En las terapias los canes seleccionados interactúan con los pequeños ingresados por medio de juegos y trucos, favoreciendo ese vínculo emocional tan bonito entre estos y los animales. Además, tratar con las mascotas contribuye a aumentar la motivación, mejorar el ánimo, e incluso el estado físico de los pacientes.

Como las primeras experiencias han dado resultados bastante positivos, esto puede convertirse en una práctica común. Por ello, la idea clara desde el primer momento es extenderla los demás hospitales de España. Y es que se ha demostrado que la interacción entre pequeños y canes cuenta con grandes beneficios para los pacientes pediátricos.