viernes, 13 diciembre 2024

La trampa al límite presupuestario: despilfarro a la vista en la F1

Liberty Media fijó para 2021 un límite presupuestario (158 millones de euros) en el desarrollo de los monoplazas de F1. Un plan ideado para reducir la amplia brecha entre ciertas escuderías, que no tendrá efecto alguno. Los principales equipos dispararán el gasto en 2020 para trabajar, de forma simultánea, en las dos próximas temporadas. Un capricho que no todas las escuderías tienen el lujo de permitirse.

Algunas, como Ferrari, sí. La marca italiana tiene como una de sus prioridades renovar el simulador, que se ha quedado obsoleto tras una década sin retoques. A esa inversión y las habituales sumará un excesivo gasto en personal, disparado con el caché de su actual dupla (Vettel-Leclerc) y con la insistencia en nuevos fichajes que den con la tecla para derrocar a Mercedes del trono de la F1. Si en el presente año se han dejado más de 500 millones de euros en Maranello, la partida en 2020 tocará techo. Ni los patrocinadores podrán hacer frente a semejante derroche.

En Mercedes se ha observado también un incremento en el gasto en los últimos años, sobre todo en personal, donde según sus últimas cuentas dedica ahora casi diez millones más que hace dos temporadas. Sin embargo, sus resultados financieros nunca han sido un problema. Un panorama similar al de Red Bull, el tercer y último candidato al título. La firma de bebidas energéticas ha gastado estos últimos años entre 300 y 400 millones y en 2020 ha dejado entrever que la cifra será superior a la de 2019.  

Estos equipos cuentan con una base sólida y con una economía fluida que les permitirá echar sus miras más allá. Mientras, equipos que tienen complicada su supervivencia, tendrán que focalizar su atención en el momento más inmediato en su objetivo por seguir obteniendo información del monoplaza. Otros equipos de la zona media, que no pueden derrochar tanto pero sí competir con cierta garantía con un mínimo de desembolso, barajan ‘tirar’ la temporada con vistas a 2021.

VARIOS EQUIPOS DE LA F1 BARAJAN ‘TIRAR’ EL 2020

Es el caso de Renault F1, donde recientemente ha dimitido Nick Chester como director técnico del chasis. El equipo galo ha reconocido abiertamente su encrucijada. Planean destinar parte del gasto de 2020 al 2021, o lo que lo mismo, invertirlo con miras a ese año. ¿El inconveniente? Una marca de tal calibre no puede permitirse un desastre total durante una temporada. McLaren rozó el ridículo tres años con Honda y la marca lo pagó caro: menos ventas y crisis financiera en su sección de F1. De ahí que Alain Prost, CEO de Renault, haya manifestado que deben hacerlo “razonablemente bien”.

Este planteamiento abre una incógnita: ¿será peor la temporada 2020? Desde luego, si los equipos que se sitúan en mitad de la parrilla renuncian a mejorar su monoplaza, la brecha puede ser más que evidente. Un fracaso que sólo se rentabilizaría si la situación da un vuelco en 2021. Pero se antoja difícil, por el citado truco de las escuderías y porque el límite salarial tiene ciertas lagunas en el horizonte: no incluye el salario de los pilotos ni tampoco el de los tres ingenieros que más cobran.

Esa es otra de las problemáticas que no han contentado, entre a otras escuderías, a McLaren. Pese a la fuerza histórica que posee el equipo británico en la F1, su gasto en salarios es escaso. Carlos Sainz cobra en torno a seis millones de euros y Lando Norris, por su condición de novato, apenas supera los dos millones de euros. Mientras, otros equipos como Ferrari podrán mantener dos pilotos de alto o nivel o Mercedes, mantener el sueldo estratosférico de Hamilton, que roza los 50 millones de euros.

Que las tres cabezas pensantes más caras tampoco computen en ese límite de 175 millones de dólares es otro indicativo para desconfiar de si verdaderamente el límite presupuestario reducirá la brecha de tiempos en parrilla. Como sucede con los pilotos, las escuderías que dominan el ‘gran circo’ son precisamente las que cuentan con el mejor personal a su disposición.

La permisividad de evadir el salario de los tres hombres más importantes en el desarrollo dará más fuerza a Mercedes y compañía a la hora de buscar en el mercado a los mejores ingenieros para desarrollar el monoplaza. Con la revolución de 2021 a la vista, el próximo curso se plantea como una transición en la que unos optarán por derrochar, otros por olvidar sus resultados, y los modestos, como siempre, por sobrevivir.


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