Mediaset guarda silencio, Paolo Vasile mira para otro lado, Jorge Javier Vázquez desvía el tiro sobre ‘Gran Hermano’ desde su blog y el sector feminista de Telecinco se resiste a ver el vídeo que sobrevuela Fuencarral para temor del departamento comercial del grupo líder de la tele en abierto.
En la cinta, destapada por El Confidencial, se ve al Súper de ‘Gran Hermano’ impidiendo que saliese del confesionario Carlota Prado, presa un ataque de nervios y ayuna de cooperación psicológica tras ser supuestamente violada en la edición 18 del ‘Big Brother’ cañí.
El asunto, que se dirime en los tribunales, puede terminar como el Rosario de la Aurora para Telecinco, presa de un pánico ante la posibilidad de que con ‘Gran Hermano’ se reedite un nuevo caso ‘La Noria’ que les haga menguar sus ingresos publicitarios.
La cadena no quiere que tremendo escándalo mate a su gallina de los huevos de oro, pero en Mediaset son conscientes de que el vídeo en el que se ve al Súper coaccionando a Carlota Prado, que exige en repetidas ocasiones y entre lágrimas el dejar de ver las imágenes, los deja a los pies de los caballos.
LA ÉTICA NO SOLO ES CUESTIÓN DE ‘GRAN HERMANO’
Luis Rubiales prometía con su verbigracia andaluza que iba a regenerar el fútbol español, exitoso sobre el tapete y sórdido en los despachos por el chiringuito que montó Ángel María Villar en la RFEF y las complicidades de dos personajes antagónicos como Javier Tebas y Jaume Roures, directivos que han profesionalizado LaLiga mientras la exprimían con obscenidad.
Pero Rubiales nos ha salido rana y ayer, rueda de prensa digna de virrey de México, confirmó a Juanma Castaño y nos contó cómo se ha cargado a Robert Moreno para restituir a Luis Enrique, allá él. Aunque el tema que más le preocupa es el que afecta a la Supercopa de España que se celebrará en Arabia Saudí.
Real Madrid, Barcelona, Valencia y Atlético de Madrid disputarán una competición remozada en un país que no ha oído hablar de los derechos humanos, aunque Felipe VI solo se los exija a Cuba, y Tebas y Roures se están echando las manos a la cabeza.
Tebas, exmilitante de Fuerza Nueva, y Roures, amante de Fogasa, dicen estar muy solidarizados con el pueblo árabe y muy alarmados con la Supercopa. Y Mediapro, que tiene mucho peso en RTVE, ha movido sus hilos para que Rosa María Mateo, que dice que La 1 no emite realities a pesar de ‘MasterChef’, diga «no» a la competición.
RUBIALES EN ‘GRAN HERMANO’
Luis Rubiales, digno concursante de ‘Gran Hermano’, asegura sin sonrojarse que no quiere «dar la espalda a la gente de Arabia y vamos a colaborar con el fútbol saudí para servir de herramienta de cambio social y se van a beneficiar hombres y mujeres».
«La realidad en Arabia Saudí y otros países con semejante situación sólo se puede cambiar si gota a gota ayudamos entre todos. El discurso de ‘no hay igualdad y no vamos’, en mi opinión, no es el adecuado. Tenemos que poner de nuestra parte, pensar que en un futuro la Supercopa Femenina pueda disputarse allí». Ja.
El exfutbolista, aliado con Florentino Pérez y encantado con llevarse la Supercopa a Arabia a pesar de que protestaba porque LaLiga quería jugar un partido en Miami, quiere que RTVE puje por los derechos unos días después de haberle vendido la Copa del Rey, esta temporada y dos más, a Mediaset para enfado de Roures.
RUBIALES PRESIONA A MATEO
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol asegura que «ha habido decisiones que tenemos que respetar del ente público de nuestro país. Aunque creemos que estamos a tiempo de tender la mano, es una decisión revocable».
Pero Rubiales, guste o no, tiene razón porque RTVE no es coherente: la Corporación Pública emitió un Mundial de Atletismo desde Qatar, dio con gusto Eurovisión desde Tel Aviv (el Giro, organizado por el Corriere, socio de El Mundo, arrancó el pasado año desde Jerusalén), y se vuelca con el Dakar, exhibición de millonarios adictos a dispararse la adrenalina ante personas que se mueren de hambre.
Es decir, que RTVE no puede convertirse en el apéndice del subastero Roures, que ya hizo y deshizo en la Corporación Pública en los tiempos de Zapatero, y también de Rajoy, y ahora no deja de vender productos de dudoso gusto y pobre audiencia a La 1: ‘Tvemos’ o ‘Vaya crack’.
También es una pena que RTVE se haya convertido en un argumento que se tiran a la cara los políticos y en un patio de colegio para que Rubiales y Roures, dos gallos en un mismo corral, se partan la cara. No estaría de más que ambos directivos dejasen de utilizar el argumento de los derechos humanos en el tercer mundo para tapar sus respectivas ambiciones.