La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ha alertado de que la economía catalana está creciendo por debajo de la media nacional y añadiendo que los sucesos violentos ocurridos tras la sentencia del procés «tiene un impacto económico negativo«.
Durante su intervención, ha considerado «indudable» que los sucesos ocurridos en Cataluña con motivo de la sentencia del procès constituyen «un factor de tensión importante» ya que «tienen un impacto económico negativo«. No obstante, ha confiado en que «el impacto material no sea significativo para el conjunto de España».
Calviño ha hecho notar que «los fenómenos de fragmentación política y violencia, como los que hemos visto estas semanas, no son exclusivos de nuestro país«, poniendo el ejemplo de Chile o los chalecos amarillos de Francia, por lo que ha animado a «reflexionar sobre esta frustración que una parte de la sociedad proyecta en este tipo de tensiones».
Ha subrayado que «este tipo de situaciones no empañan la visión general que se tiene sobre nuestro país, que es muy positiva», aunque «es indudable que la inestabilidad política, la inseguridad jurídica y la tensión social que se han vivido en Cataluña no son positivas para la prosperidad y el bienestar ciudadano».
«Lo último que necesitamos son pirómanos; necesitamos bomberos»
A su juicio, el Gobierno de España es «el único que, en este momento, está tratando de convertirse en ese punto de referencia, de estabilidad y prudencia en un entorno complicado» y también «estoy viendo esa misma responsabilidad en la actuación de las Fuerzas de Seguridad».
Respecto a la repercusión en el exterior, la ministra ha manifestado que «no hay preocupación» por la crisis de Cataluña entre los ministros de Economía de la UE. Asegura que los inversores internacionales han encontrado «una enorme confianza en nuestro país«, de forma que «no existe una preocupación específica» por España.
CÍRCULO VIRTUOSO
La ministra en funciones quiere propiciar la generación de un «círculo virtuoso» en la economía, el «empeño principal» de las reformas estructurales que el Ejecutivo central quiere implementar ya que en España aun contamos con un «conjunto de desequilibrios en nuestro mercado laboral, como la dualidad y el desempleo estructural».
«Nuestro crecimiento es, ahora, más equilibrado y sano que en fases expansivas anteriores; estamos creando empleo pero sin generar burbujas», añadiendo que «Aragón contribuye de una manera muy destacada a este buen comportamiento de la economía española«.
Calviño ha asegurado que en «los dos últimos años Aragón ha sido uno de los motores de la economía española, con un crecimiento superior a la media, convirtiéndose en un nodo logístico clave». Ha apostado por «reforzar la confianza en la economía española mediante una agenda clara, bien articulada y perfectamente comprendida por los mercados financieros».
«No puede haber sostenibilidad económica y financiera si no hay estabilidad social»
Entre los criterios de la política económica ha citado la estabilidad presupuestaria, las reformas estructurales y la responsabilidad fiscal, señalando que el déficit ha bajado del umbral del tres por ciento pero la deuda «limita nuestra capacidad fiscal».
«No puede haber sostenibilidad económica y financiera si no hay estabilidad social«, ha continuado la ministra, quien ha avisado de que la desigualdad y la pobreza «no solo son fenómenos injustos, sino que lastran el futuro y ponen en peligro el modelo de la economía social de mercado«.
«No es el momento de acomodarse, pero tampoco de alarmismos que, al final, son estériles», ha opinado la ministra. Ha defendido una política económica «proactiva, progresista y dinamizadora», indicando que «necesitamos un periodo de estabilidad de cuatro años».
LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA «NO SE PRODUCE EN 15 DÍAS»
La ministra de Economía ha valorado también la política de descarbonización, señalando que encauzar la transición ecológica y energética es «una prioridad absoluta». El Ejecutivo ha presentado un proyecto de Plan Nacional de Energía y Clima, y ha elaborado sendos anteproyectos de ley de Cambio Climático y Energía Circular.
«Ahora estamos viendo cómo encauzar el proceso de transformación en Andorra» (Teruel), cuya central térmica cesará su actividad el próximo mes de enero, lo que exige «impulsar alternativas que permitan generar una mayor cantidad de empleo de calidad«.
«Hay medidas que no se pueden adoptar estando en funciones«, ha añadido, quien ha dejado claro que el caso de Andorra «nos preocupa, ocupa e interesa constantemente» y ha añadido que la transición energética «no se produce en 15 días«.
ESCENARIO INCIERTO
La ministra ha recalcado que «nadie ve una crisis a corto plazo y menos en España«, pero sí «un escenario tremendamente incierto» por la existencia de «focos de incertidumbre», como el Brexit y la situación de Oriente Medio.
Por otra parte, Calviño ha afirmado que el Gobierno de Sánchez ha demostrado que «se puede» hacer política con los Presupuestos prorrogados y ha subrayado que la carta que la Comisión Europea ha enviado al Ejecutivo sobre sus previsiones de gasto público era «esperable». Nuestro país necesita cuanto antes un Gobierno que pueda presentar un proyecto de Presupuestos de 2020 que se adapte a las circunstancias, que han ido evolucionando.
El Gobierno trata de continuar en «la senda de la responsabilidad fiscal y la reducción del déficit«, con el objetivo de situarse en el dos por ciento del PIB este año, y también «revertir los recortes en gasto educativo«, así como aumentar las pensiones.
Para Calviño, «no es progresista aumentar la deuda y dejar una deuda a nuestros hijos» porque no es «justo». También ha criticado a los partidos que «entienden que la política económica es bajar impuestos«, advirtiendo de que con esta medida «o se recortan gastos o aumenta la deuda».