El papel del director financiero (CFO por sus siglas en inglés) ha evolucionado en el organigrama de las compañías. Los enormes cambios que está sufriendo la economía mundial (digitalización, globalización, sostenibilidad, etc.) también han afectado a las funciones y decisiones que ha de tomar esta figura.
Tanto es así, que el estudio “CFO y liderazgo financiero” elaborado por la consultora Michael Page ha identificado cuatro tipos de perfil de director financiero:
– El científico. Es el CFO analista, el arquitecto de la información y el que basa sus decisiones en base a los datos obtenidos. Sabe interpretar los datos y comunicarlos de forma sencilla y accesible, así como definir nuevas vías de optimización y rentabilidad para la empresa y detectar carencias u oportunidades en las diferentes funciones asignadas en las distintas áreas que conforman la empresa.
– El ingeniero. Es el CFO responsable del cumplimiento de las normativas dentro de la empresa, construyendo un duradero legado para el CEO con vistas a futuro. Define nuevas estrategias basadas en las normativas y reglamentos, así como también gestiona las funciones de contabilidad, tesorería, administración, presupuestos y planificación, relacionadas con el rol de dirección financiera tradicional.
– El piloto. Es el CFO que pone su foco en el rendimiento de la compañía. Detecta los obstáculos y problemas con suficiente antelación, gracias al conocimiento que tiene de la empresa a nivel global. Es el responsable de pilotar la compañía en los buenos y malos momentos con la definición de nuevas estrategias y estableciendo nuevos modelos de negocio para rentabilizar la empresa.
– El coach. Es el CFO que pone su foco en la captación y gestión de talento con el objetivo de lograr el máximo rendimiento con el activo más importante de las compañías: las personas. Colabora estrechamente con el departamento de RR. HH., desarrollando estrategias para captación de nuevo talento y optimizar el ya existente dentro la compañía. Crea sus propios equipos y les forma con las habilidades necesarias no solo para interpretar y analizar datos sino para saber comunicarlos dentro de la compañía.
Sea cual sea el tipo de CFO que tiene una compañía, todos se enfrentan a un problema vital común en el día a día: los métodos de pago. Por fortuna, la innovación tecnológica ha permitido avanzar mucho en este ámbito. Una muestra de ello es la plataforma BilliB. Este socio financiero para el Supply Chain Finance (SCF) gestiona de manera completa y sencilla las tareas financieras y operativas del proceso Procurement to Pay (P2P) desde que se valida la factura hasta el pago de la misma.
Las opciones que ofrece esta plataforma son múltiples, lo que ha facilitado mucho la vida del CFO. Desde acuerdos de pronto pago, liquidaciones, netting, etc., BilliB optimiza la gestión del circulante y la liquidez en los procesos de la cadena de suministro para los socios comerciales. Por tanto, soluciones como esta permiten a los directores financieros liberar tiempo y preocupaciones para centrarse en otras cuestiones como la formación de su equipo, si es del tipo coach, o anticiparse a los problemas, si es del tipo piloto.