Vender la nuda propiedad de una vivienda era hasta ahora un asunto reservado para personas de avanzada edad con problemas económicos. Una salida para jubilados que no llegan a final de mes porque sus pensiones están muy por debajo de sus necesidades vitales. Pero ahora son también los ricos los que se embarcan en esta aventura, aunque con un fin muy distinto: emprender nuevas aventuras empresariales.
La alta tasa de longevidad (la esperanza de vida será de 85,8 años en 2040) y el raquíto ratio de trabajadores cotizantes por pensionista son dos factores que han comprometido y que comprometen en la actualidad la viabilidad de las pensiones en en España. Un situación compleja que se ha visto agravada por el escaso capacidad de ahorro de las familias, que por ejemplo les hace imposible acceder al 30% del importe necesario para comprar una vivienda. Una nula capacidad para ahorrar que pone en peligro también los últimos años de vida de los españoles.
Llegados a este punto, muchos ciudadanos intentan mitigar esos riesgos a través de dos prácticas tradicionales. Una de ellas es el ‘downsizing’, que no es ni más ni menos que la venta de la vivienda habitual para comprar una más pequeño -y de menos valorar- para poder disfrutar así el remanente o diferencia de dinero que resulte de la operación. Una opción que llevada al límite puede llevar al vendedor a no comprar otra, sino a vivir en régimen de alquiler. Pero existen otras fórmulas como la venta de la nuda propiedad que ha permitido aunar ambas cosas: liquidez y no abandonar la vivienda.
Pero ahora las ventas no sólo guardan relación con los problemas financieros de los jubilados. En la actualidad, según explica Eduardo Molet, consultor inmobiliario de entidades financieras españolas y extranjeras, y fundador de Red Expertos Inmobiliarios y del instituto de formación inmobiliaria IFEM, esta singular forma de compraventa se ha convertido también en una interesante alternativa para las personas con grandes patrimonios que quieren financiar proyectos empresariales y mantener su alto nivel de vida hasta la fecha de su defunción.
Los ricos buscan emprender proyectos empresariales sin renunciar a su alto nivel de vida
“En la inmobiliaria hemos detectado como cada vez más la venta de nuda propiedad de casas de lujo está cobrando un mayor protagonismo. Ha habido un incremento espectacular en viviendas de lujo, grandes mansiones, palacetes y fincas, entre otros. De hecho en 2019 supone más de un 8%”, añade Molet.
En la actualidad existe un gran número de empresarios y emprendedores mayores de 70 años en plena facultades profesionales, que lejos de jubilarse están desarrollando proyectos empresariales, no quieren endeudarse ni solicitar créditos, pero necesitan liquidez. Por ello, muchos de ellos la están obteniendo con la venta de la nuda propiedad de su casa.
VENTAJAS PARA EL COMPRADOR
La nuda propiedad, explica Eduardo Molet, presenta importantes ventajas tanto para el comprador como para el vendedor. Para el vendedor, la principal es que puede seguir usando la propiedad y recibir el dinero de la venta al instante y de una sola vez, y todo queda escriturado ante notario. En términos económicos, la gran ventaja para el comprador es que los precios de las viviendas en nuda propiedad están por debajo de los precios de mercado, siendo una inversión muy rentable, pues cuando el usufructo finalice, tendrá una propiedad que se habrá revalorizado considerablemente. Además, la inversión tiene una dimensión social, ayuda a las personas mayores a solucionar los problemas económicos.
Con esta venta, los gastos también serán menores para el vendedor, ya que pasaría a pagar solamente aquellos correspondientes a los consumos ordinarios de la vivienda (agua, electricidad, gas…), mientras que el inversor se haría cargo desde ese momento del IBI y las derramas extraordinarias de la vivienda.