Los golpes de los palos de golf ya no resuenan en el parque del Canal, en Chamberí. El campo de tiro fue demolido tras haberse construido de manera ilícita, durante el mandado de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. El nuevo Gobierno Regional prometió acometer la construcción de dotaciones públicas, pero después de más de un año de espera no hay poliderpotivo, ni la gran zona verde que se planificó. Sólo pelotas de golf abandonas, en un solar en el corazón de Madrid.
El barrio de Chamberí se ha convertido en una zona de proyectos fallidos. La operación de las cocheras de Cuatro Caminos, el poliderpotivo del Parque Móvil y el solar del parque del Canal. Este último terreno es sin lugar duda el que más preocupa a los vecinos por su amplitud, por su pasado y por el gran tránsito de personas que circulan en sus aledaños.
El solar está emplazado e incrustado en un gran conglomerado de instalaciones deportivas: pistas de pádel, de tenis, canchas de fútbol y una gran pista de running que bordea todo el complejo. Son muchas las personas de Chamberí y de otros distritos cercanos los que se desplazan hasta aquí para practicar algún deporte o simplemente para correr. Es un lugar con mucha vida que cuenta con un agujero negro marcado por la corrupción del Partido Popular en Madrid.
En total son 117.000 metros cuadrados de superficie. Un terreno donde hace algunos años se acumulaban los amantes al golf para practicar su ‘drive’ y donde se cerraban contratos millonarios entre golpe y golpe. Pero esos tiempos pasaron, porque los tribunales ordenaron derribar el campo de golf que Esperanza Aguirre construyó en pleno corazón verde de Chamberí.
En febrero del 2018, las máquinas de demolición comenzaron los trabajos para acabar con este campo de golf, que fue declarado no compatible con el PGOU (Plan General de Ordenación Urbana) mediante sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. En la actualidad, no hay ni rastro de los puestos donde los golfilstas practicaban su ‘drive’, ni de las mallas que protegían a los viandantes de las bolas extraviadas. El problema es que tampoco existe un incremento de las zonas verdes, deportes que no necesiten instalaciones ni tampoco espacios para el desarrollo de programas lúdicos y culturales. Un proyecto de 2.436.298,93 euros que ha caído en el olvido.
En los 117.000 metros cuadrados sólo hay bolas de golf abandonadas. Ni rastro del polideportivo ni de las zonas verdes proyectadas
Lo cierto es que lo único que yace en la zona es un solar repleto de bolas de golf y unas líneas de tiza que dibujan un pseudo campo de fútbol. Nada más. Las promesas de la Comunidad de Madrid han caído en saco roto. Ni rastro del parque con 800 árboles y 100 arbustos nuevos, que crearían una barrera vegetal para amortiguar el ruido del tráfico y reducir la contaminación ni de la zona deportiva donde se sumarían pistas de vóley-playa, hockey, patinaje, baloncesto, voleibol y balonmano.
La parcela donde se asienta este terreno alberga uno de los grandes depósitos de almacenamiento de agua de Canal. Y a corto plazo será eso, H2O, el único ‘inquilino’ de este solar. Ni las quejas de los vecinos ni las movilizaciones de algunas asociaciones como ‘El Organillo’ han conseguido cambiar el escenario. Porque la única realidad es que sobre este solar lo único que pesa es el hastío de la burocracia.
Son nueve meses lo que los vecinos de Chamberí llevan esperando a que el Ayuntamiento de Madrid apruebe un trámite en la concesión de licencia de obra para comenzar los trabajos de remodelación. Un tiempo en el que los 117.000 cuadrados han estado -y están- custodiados por una valla metálica que deja al aíre las vergüenzas de las dos administraciones: la regional por pasado corrupto y la municipal por su inoperancia a la hora de gestionar licencias.
Cabe recordar en este sentido que el ya derruido campo de golf fue una idea de las visiones hollywoodenses de Esperanza Aguirre, pero que el proyecto del nuevo parque era cosa de Cristina Cifuentes. Después, Ángel Garrido tampoco ha hecho nada por resolver este problema.
CHAMBERÍ, A LA COLA DE ZONAS VERDES
Lo cierto es que la implantación de este parque es más que necesaria, porque Chamberí es el distrito con menos zonas verdes de la capital. Además, el uso de estos terrenos públicos es una lucha histórica de los vecinos, que no dan crédito cómo han conseguido derrocar a la especulación y ahora no son capaces de sacar un proyecto adelante por el consistorio que dirige Manuela Carmena y por el área de Urbanismo que capitanea José Manuel Calvo.
Pero el bloqueo administrativo no frena el ímpetu de los que pelean por este solar. De hecho, pretenden conseguir que el terreno deje de estar cercado hasta que consiga las licencias pertinentes. Reivindican que es un suelo público y que no tiene porque existir verja que se interponga en su tránsito. Aunque antes que retirar estas barreras arquitectónicas habría que recoger el montón de pelotas que todavía se agolpan en el solar de la vergüenza del barrio de Chamberí.