En Ciudadanos se había instalado cierta frustración después de que Pedro Sánchez saliese triunfante de la moción censura de junio. Aquella victoria parlamentaria pilló a contrapié a Albert Rivera, que tras dispararse en los sondeos gracias a su vehemente respuesta al procés no contemplaba el retorno de los socialistas al poder ni la renovación del PP de manos de su ‘hermano mellizo’ Pablo Casado a lomos de un discurso idéntico al de los naranjas.
Para cambiar una dinámica que beneficiaba el regreso del bipartidismo Rivera apostó por el adelanto electoral andaluz, que también beneficia a Susana por el efecto Sánchez y porque no ha salido sentencia sobre los ERE (y de paso complica a un PP que puede convertirse cuarta fuerza en la región), y por noquear a Pedro Sánchez con una hábil pregunta sobre su tesis doctoral.
La respuesta del presidente del Gobierno fue visiblemente airada. Desde Moncloa se intentó desactivar el asunto con la decisión de publicar online la controvertida tesis. Pero varios medios se quisieron saltar el guión gubernamental y lanzaron sus pesquisas: ABC, OK Diario y El Mundo.
PEDRO SÁNCHEZ JUDICIALIZA LA POLÉMICA
Las portadas acabarán en los tribunales según Pedro Sánchez, que ayer le levantaba el veto a Ana Pastor: «Pensábamos que las fake news venían de otros países pero aquí se están produciendo. ¿Tengo que callarme ante las difamaciones?», se preguntaba el presidente. ABC ya le había contestado en portada el sábado tras recibir el viernes un burofax desde Moncloa: «Nos ratificamos».
El Mundo prefería editorializar recordando que «otros presidentes que intentaron acallar a los medios» e Inda parecía disfrutar el momento al tildar de «mentiroso, chulo, jeta, plagiario, mediocre y censor» al presidente del Gobierno, que está recibiendo duras críticas de la prensa al igual que su homólogo americano Donald Trump.
Eso sí, la diferencia entre ambas batallas es sustancial: Trump insulta a los medios, sin pagar factura electoral por ello, y Pedro Sánchez tan solo se excede al judicializar un asunto que aun teniendo algunas sombras, la evidente falta de sintonía entre la calidad y la valoración del trabajo, no es motivo de dimisión porque ABC tan solo encontró media docena de fallos, que no de plagios, en un trabajo de 342 páginas.
¿PRECIPITACIÓN CONTRA PEDRO SÁNCHEZ?
El ex director de El Mundo David Jiménez quizás se excedía contra los medios investigadores al explicar que «el periodismo patrio ha rozado el Watergate en lo de Sánchez; solo tienes que quitarle el sectarismo, la ideología, la precipitación, el exhibicionismo, la inconsistencia, la falta de rigor, la nula verificación o la ocultación de los datos».
El asunto previsiblemente acabará con Pedro Sánchez acudiendo a los juzgados, con Albert Rivera explicando su currículum y con Pablo Casado teniendo que intentar recuperar el ímpetu inicial si sortea el Caso Máster y un artículo suyo publicado en un libro del Ministerio de Exteriores que contenía cuatro páginas de un total de nueve plagiadas, tal y como demostró El Diario.
LOS ERRORES MEDIÁTICOS DE PEDRO SÁNCHEZ
No se puede obviar que el presidente ha heredado algunos tics de Mariano Rajoy en materia comunicativa, manteniéndose en un estudiado segundo plano mientras rodaban algunas cabezas. Los principales errores de Pedro Sánchez a nivel mediático en sus primeros cien días como presidente del Gobierno están relacionados con RTVE, cuyo Decreto-ley conllevó un sinfín de votaciones fallidas que evidenciaron su precariedad parlamentaria.
Tras la designación de Rosa María Mateo se han producido varios cambios higiénicos, véase la caída de varios comisarios políticos fichados desde Génova. Pero es evidente que en la elección de sus sustitutos en ciertas ocasiones también se han tenido en cuenta motivos ideológicos, cuando eran tiempos de criterios profesionales.