Gobierno y eléctricas asfixian el bolsillo de los españoles

El precio de la luz está en máximos históricos. Este mes de agosto va a registrar su pico más alto desde 2012. En estos momentos pagamos 64 euros por megawatio a la hora. En un año ha aumentado en torno al 35%, comparando lo que pagábamos en agosto de 2017. Esto supone que el precio medio que vamos a abonar anualmente por nuestros recibos se sitúa cerca de los 800 euros. Si esto sigue así este año puede ser el más caro de la historia.

Preparen los bolsillos porque las eléctricas no dan tregua. Es más, han incrementado los costes, a pesar de que este año ha sido bueno respecto a las reservas hidroeléctricas, debido a las abundantes lluvias de primavera, uno de los principales motivos por los que debería disminuir el precio.

Pero, ¿quién es el responsable de estos precios tan abultados? En primer lugar, la organización de consumidores Facua señala directamente a las eléctricas. En declaraciones a MERCA2, señala que las compañías de electricidad especulan con este bien de primera necesidad. “El principal problema es la subasta de fijación de precios, que siempre se compra al precio más caro”, apuntan.

En segundo lugar, según la organización de consumidores, la responsabilidad recae en el Gobierno, que desde que liberalizó el sector sólo ha puesto parches al problema y no ofrece ninguna solución que repercuta favorablemente en el bolsillo de los contribuyentes.

Entonces, ¿cuáles son las soluciones? ¿Qué podemos hacer los usuarios? Tristemente poco. Estamos atados de pies y manos porque necesitamos la luz. Lo único que podemos hacer es intentar ahorrar en nuestros actos domésticos. Por ejemplo: utilizar con menos frecuencia los electrodomésticos que más gastan, hacer uso de ellos cuando menos cuesta o usar bombillas de bajo consumo.

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El problema es que una gran cantidad de hogares ya están sometidos a estas formas de ahorro y aun así no llegan a fin de mes. Hablamos entonces de pobreza energética, que lleva consigo la imposibilidad de encender el aire acondicionado en los meses de más calor, o no poder poner la calefacción en los meses de invierno, lo que no puede considerarse ahorrar, ya que esto debería ser accesible para todos. No es un lujo, es una necesidad.

Facua apoyó en 2016 el manifiesto “No más cortes de luz”, en el que reivindicaban medidas como: una tarifa asequible y regulada por el gobierno, una tarifsa social real, y la bajada del IVA, al superreducido (4%).

COMPARATIVA CON RESTO DE PAÍSES EUROPEOS

España es el país de la Unión Europea con la tasa eléctrica más alta, respecto a las cinco grandes economías del continente: Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España. Cuenta con un IVA del 21%. El país que más se acerca a nosotros es Alemania con un impuesto sobre el valor añadido del 19%. Después está Italia con un IVA del 10% y Francia, que tiene una horquilla entre el 5,5% y el 20%, según ingresos. El país con el impuesto más bajo es Reino Unido, con un 5% de IVA. En el otro extremo está Hungría, con un IVA del 27%.