La empresa constructora Fonsan se ha convertido en la peor pesadilla de Javier Tebas, presidente de LaLiga. La compañía andaluza ganó el concurso que licitó la Comunidad de Madrid para reformar el estadio del Rayo Vallecano, gracias a una ‘rebaja’ en el presupuesto de cerca de 500.000 euros. Ahora, el Gobierno Regional ha decidido clausurar el feudo rayista por problemas en la seguridad de las obras.
Este mes de junio comenzaron los trabajos en el Estadio Vallecano, aunque fueron licitados por el organismo autonómico en el mes de abril. Al concurso -publicado en enero de este año 2018- se presentaron varias empresas, pero fue finalmente la andaluza, Fonsan Gestión y Construcción la ganadora del mismo. Lo cierto es que la elección no vino exenta de polémica. De hecho, la mesa de contratación de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes puso en duda la viabilidad de las obras por el presupuesto ofertado.
Los responsables creyeron que la propuesta de Fonsan “estaba incursa en valores anormales o desproporcionados”. Esta afirmación tiene su fundamento en la cantidad por la que la empresa se ofrecía a realizar los trabajos de reforma de la casa del Rayo Vallecano. En concreto, el presupuesto ofrecido por la compañía andaluza ascendía a 1.204.622,75 euros. O lo que es lo mismo, 500.000 euros menos de lo peritado por la propia Comunidad de Madrid, que había cifrado la ITE del estadio en 1.783.264,94 euros.
Tras esta sustanciosa rebaja, el Gobierno Regional solicitó un informe para valorar la viabilidad el proyecto de Fonsan. Tras el estudio de la Subdirección General de Instalaciones Deportivas de la Dirección General de Juventud y Deporte se entendió que el presupuesto era viable y que por lo tanto Fonsan estaba en plenitud de «cumplir el contrato satisfactoriamente.
Al final, Fonsan logró una puntuación de 93 puntos en la licitación, 15 más que el segundo en la carrera por hacer con estas obras, Edhinor. Con la mejor oferta y la proposición más ventajosa, la empresa andaluza fue elegida para llevar a cabo la ITE del Estadio de Vallecas.
La realidad es que tres meses después del inicio de las obras, la Comunidad de Madrid ha decidido clausurar el feudo rayista por algunos problemas surgidos en la reforma. Esta situación se produce después de que Fonsan haya solicitado aplazar un mes los trabajos, según El País -aunque otras informaciones niegan esta solicitud-. En un principio, la reforma debía de acabar el 15 de septiembre, pero ante la falta de seguridad la Comunidad de Madrid -propietario del feudo- decidió clausurar las instalaciones y LaLiga suspender el partido que enfrentaba este fin de semana al Rayo Vallecano y al Athletic de Bilbao.
Sea cierto o no la solicitud de aplazamiento –MERCA2 ha intentado ponerse en contacto con la empresa, pero no ha obtenido respuesta-, la realidad es que la empresa no ha cumplido los plazos. Fonsan es una empresa con 36 empleados -sólo nueve de ellos fijos- con unas ventas de más de seis millones y medio de euros, en el año 2016 -último que han presentado resultados-. El administrador único de la empresa es Fernando Torres Canadell, desde hace 20 años y su objeto social se enmarca dentro de la «realización de toda clase de obras».
CAMBIO DE ACTIVIDAD Y PROBLEMAS JUDICIALES
Pero llama la atención como en marzo de este 2018, Fonsan cambia su CNAE (Clasificación Nacional de Actividades Económicas de España) pasó de «construcción de edificios a construcción de edificios residenciales». Esta circunstancia se produce tan sólo tres meses antes de empezar las obras del Estadio de Vallecas.
Además, sobre la empresa pesan dos incidencias jurídicas, según datos de Insightview. Una del año 2012, en la que el Ayuntamiento de Huelva solicita un embargo a la compañía, aunque no se especifica si se ha embargado algún inmueble y su valor. Y otra del año 2017, que es otra solicitud de embargo, en esta esta ocasión emitida por el Ayuntamiento de Cádiz, pero vuelven a faltar datos del inmueble embargado y de su valor, así como de su ejecución.
TEBAS TIENE EL PROBLEMA EN CASA
De todos modos, el comienzo de la competición futbolera doméstica no ha comenzado con buen pie. Tebas, presidente de LaLiga, tiene entre sus objetivos expandir la marca al resto del mundo. Pero las primeras imágenes que ha dejado el campeonato a buen seguro que no ayudarán a esta empresa. La clausura del estadio del Rayo Vallecano y el pésimo estado del césped de Zorilla -donde jugó este domingo el FC Barcelona- han dado la vuelta al planeta. LaLiga quiere crecer, pero primero hay de subsanar los problemas que tiene en su propia casa.