Existen casi 2.000 tipos de insectos comestibles que forman parte de la dieta de mas de 2.000 millones de personas en el mundo. Los mercados del Sudeste Asiático y algunos países de América Latina son donde tienen más presencia este tipo de producto, pero el aumento de granjas de insectos comestibles, por todo el mundo, evidencia que su demanda va ha crecer a altos niveles.
Precisamente, este mercado también está expandiéndose en regiones con poca tradición entomofágica. Este es el caso de Europa, donde el 1 de enero entró en vigor una nueva normativa sobre alimentos en la UE que significó el pistoletazo de salida para la comercialización de insectos para el consumo humano.
Según el reciente estudio publicado por Meticulous Research, el mercado global de insectos comestibles crecerá un 23.8% de 2018 a 2023 y alcanzará los 1.181,6 millones de dólares para 2023.
Actualmente, el volumen del mercado de insectos comestibles está distribuido de tal manera: América del Norte mueve un total de 44.100 millones de dólares (37.680 millones de euros), Europa alcanza los 82.100 millones de dólares (70.140 millones de euros), Las cifras en Oriente medio y África son menores pues alcanza los 14.200 millones de dólares (12.130 millones de euros); Asia y Pacífico se posicionan los primeros llegando a tener un volumen de 173. 900 millones de dólares (148. 580 millones de euros).
Las causas de este pronostico se encuentran principalmente impulsado por el crecimiento de la población, la disminución de los recursos alimenticios y el alto coste que supone producir proteína animal. Debido a esto los insectos se han posicionado como una gran alternativa para la sostenibilidad ambiental ya que poseen un alto valor nutricional.
La Organización Mundial de la Agricultura y la Alimentación publicó un informe en 2013 titulado: Insectos comestibles, perspectivas de futuro para la seguridad de alimentos y piensos en el que ya adelantaban esta tendencia, de hecho la propia organización aconseja cultivar y consumir insectos para luchar contra el hambre en el mundo, debido a que es un medio «rentable y ecológico» y que ya utilizan 2.000 millones de personas en el mundo y que tienen un alto contenido en «protéínas, materias grasas y minerales».
El informe indicaba que los insectos se reproducen rápidamente y tienen un impacto débil sobre el medio ambiente durante su vida. Para producir un kilo de insectos se precisan dos kilos de alimentos, mientras que para producir un kilo de carne animal se necesitan ocho, además de necesitar menos agua y producir menos gas de efecto invernadero, asegura un informe.
Hay que aclarar que cuando la FAO recomendó cultivar y consumir estos insectos, no se refería en su forma original, existen muchas formas de preparar alimentos con insectos, de hecho un producto bastante conocido es la pasta hecha con harina de insecto, también existen barras de proteína de insectos y batidos de proteínas, productos horneados con insectos y refrigerios, dulces de insectos, bebidas de insectos, aceite de insecto y un sin fin de productos.
EL SEÑOR DE LAS MOSCAS
Ya han tomado partido varias empresas españolas para posicionarse como pioneras en el sector de los insectos comestibles. Don Grillo, por ejemplo, es la primera tienda online comercia con insectos comestibles en España; también Insectfit toma partido en este mercado en auge con sus barritas para deportistas elaboradas con harina de grillo.
De hecho en marzo de 2017 Carrefour empezó a comercializar en España una nueva gama de alimentos elaborados con insectos. En total, lanzó diez artículos entre los que se encuentran grillos con cebolla a la barbacoa o gusanos especiados en formato barritas energéticas, snacks, aperitivos, pasta y granolas elaborados en Europa.