En pleno debate sobre la existencia o no de una burbuja inmobiliaria aparece una nueva actividad que podría favorecer a su creación. La reforma de la vivienda se erige como un factor determinante en esta ecuación del mercado del arrendamiento de pisos donde destaca el ‘efecto Airbnb’.
Los alquileres de los apartamentos vacacionales son un arma de doble filo para el sector de la construcción y el inmobiliario. Lo cierto es que gracias a la proliferación de este tipo de alojamientos, otra actividad como la reforma de los interiores de las viviendas y sus derivados -materiales, piezas…- ha resurgido de sus cenizas.
El problema es que ese repunte de las obras en los hogares viene acompañado de un ‘boom’ del alquiler de viviendas. Es decir, la gente reforma con la intención de alquilar. Ya sea en mercados como los de Airbnb o para arrendarlos por periodos más largos. Esta coyuntura puede favorecer a la creación de una burbuja inmobiliaria en ciudades turísticas de la costa o en grandes concentraciones de población como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia. De hecho, el precio medio de alquiler ha subido 6,2%.
Andimac -la asociación nacional de distribuidores de cerámica y materiales de construcción- ha sido la encargada de presentar un informe donde se recoge el contexto favorable que se ha dado para el crecimiento del número de reformas en España. En un estudio que tiene por nombre ‘Observatorio 360 de la vivienda y de la reforma en el hogar’ y donde la asociación ha reflejado las claves de este.
El informe revela como las previsiones que hablan de un crecimiento del PIB y un descenso de la tasa del paro supondrán un escenario más favorable para el sector. Esto en lo que se refiere a predicciones. Lo que sí es una realidad es el ‘boom’ del alquiler es un gran estímulo para las reformas de las viviendas.
La asociación calcula que en el 2018 se reformarán 1,6 millones de viviendas, es decir, un 6,25% del total. Además, el gasto en reformas en España ascenderá a 17.514 millones de euros y de cara al próximo año, la asociación espera que el gasto en vivienda se sitúe en los 713 euros, un 4,7% más.
De todos modos, las buenas previsiones no sólo se basan en el aumento de la demanda de alquiler. O mejor dicho, este crecimiento es sólo una consecuencia del ecosistema inmobiliario español: un parque de viviendas envejecido, escasez de obra nueva y mayor rigidez a la hora de conceder hipotecas.
Lo cierto es que el ritmo de envejecimiento de los pisos en España es preocupante y aumenta un 3,3% cada año. Andimac atribuye este hecho a que las priemras casas de la pasada burbuja inmobiliaria ya han comenzado a cumplir la ‘mayoría de edad’. De hecho, en la actualidad el 81% de las viviendas del territorio nacional tienen más de 18 años -en el año 2019 será el 83%-. Pero este no es el dato más preocupante. La cifra que más alarma es que cerca de la mitad de las viviendas tienen más de 40 años de antigüedad.
A pesar de estas cifras, Andimac afirma que los españoles no tienen un culto hacia el estado de las casas. Esto se demuestra al porcentaje del presupuesto familiar que se dedica a esta actividad: sólo un 1,5%. Este número contrasta con el destinado al cuidado y mantenimiento de sus vehículos: un 5%. Esto no hace sino confirmar que al final son los pelotazos de Airbnb y los propietarios los que pretenden alquilar sus viviendas los que han alimentado al sector hasta ahora. De todos modos, el crecimiento del PIB y el descenso de la tasa de paro han de contribuir a una mejora del sector de la reforma independientemente del ‘boom’ inmobiliario.
AYUDAS PARA LA REFORMA DE LA VIVIENDA
Además de estos indicadores, la implicación de las administraciones es fundamental para que la gente vuelva a invertir en la reforma de sus hogares. Por este motivo, por primera vez, el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 contempla ayudas para las obras que se hagan en el interior de los inmuebles y no sólo para la rehabilitación de los edificios. De todos modos, este plan está sujeto a la óptima compenetración con las administraciones regionales.
Las comunidades autónomas deberían aprovechar la novedad que suponen las ayudas a la reforma planteadas en el nuevo Plan Estatal de Vivienda para facilitar a los hogares el acceso directo a unos fondos que podrían beneficiar al 55% de las viviendas en nuestro país.
Según el secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, “la entrada en vigor del Plan Estatal de Vivienda; el envejecimiento del parque, que junto al de la población y a los nuevos modelos de hogares obliga a adaptar los inmuebles; y el ‘boom’ que experimenta el mercado del alquiler en las principales ciudades conforman un caldo de cultivo propicio para el impulso de las reformas en España”.
Por si no fuera poco, Andimac también busca reafirmar el sector con el impulso de la figura de asesor técnico en reforma. Este nuevo agente son profesionales en activo que bajo la certificación ISO 17024 de competencias profesionales se encargan de coordinar las obras y auditar (de forma imparcial) que estén bien realizadas. De hecho, este año se están certificando a los primeros profesionales con un título que, por otra parte, ya se ha incluido dentro de los programas de Formación Profesional.