El dato es más que revelador. “El 29% de los españoles es partidario de que el dinero físico desaparezca”, señala Eva Montero, responsable de Comunicación de Rastreator.com. De hecho, países como Dinamarca ya ha puesto fecha a la desaparición del dinero en efectivo: 2030. “Aunque en España, por las tipologías de mercado que tenemos costará más, es una realidad el que las nuevas generaciones vean el dinero en efectivo como algo del pasado”, resalta Diego Marcos, COO de PayTpv. Y ahí el Gobierno acaba de poner su granito de arena para que así sea.
En concreto, ha aprobado el Anteproyecto de Ley de Servicio de Pago. ¿Qué supone? Que todo aquel empresario o profesional tiene la obligación de ofrecer a sus clientes un sistema de pago alternativo al dinero en efectivo, eso sí, siempre y cuando el importe de las transacciones supere los 30 euros.
Un primer paso que viene inducido por la transposición de la directiva 2015/2366, de servicios de pago PSD2. Dicha directiva introduce diferentes novedades en el sector: la introducción de nuevos operadores, los servicios de iniciación de pagos o los agregadores de cuentas, dando acceso estos a la infraestructura de los bancos, en nombre y previa autorización del cliente.
La mitad de los españoles declara que realizaría sus pagos con el móvil si su banco se lo permitiese
Por este motivo, exige una identificación reforzada del cliente en el acceso online a cuentas y reduce de 150 a 50 euros las pérdidas máximas que un cliente debe asumir en el caso de que se produzca una operación de pago no autorizada como consecuencia del extravío o robo de ese instrumento de pago.
EL GOBIERNO DA UN PASO MÁS
Lo novedoso del anteproyecto de ley es que el Gobierno ha querido ir un paso por delante respecto a la directiva incluyendo la disposición de obligar a comerciantes a disponer de ese otro medio de pago adicional al efectivo. “Con esta medida, entendemos que se pretende favorecer al consumidor al garantizarle acceso a diferentes opciones y la capacidad de decidir, así como beneficiar a los comerciantes que podrán incrementar las opciones de pago y, por tanto, modernizarse y mejorar potencialmente el número de operaciones que aceptan”, apuntan desde Mastercard.
Un consumidor que cada día está más a gusto con los canales digitales y con la seguridad de la red. “El 68% de los españoles considera seguros los pagos electrónicos y el 50,7% declara que realizaría sus pagos con el móvil si su banco se lo permitiese”, indica Eva Montero.
¿Qué cambios va a suponer? Los comercios tendrán que adecuarse a la normativa de una de las dos siguientes formas: o bien, contratando un datáfono físico para recibir los pagos de sus clientes con tarjeta de crédito o débito, o bien adhiriéndose a la red de comercios que utilizan app Wallet. “En PayTpv damos servicio de captación y custodia de tarjeta, así como cuentas Merchant, para varias App Wallet”, manifiesta Diego Marcos.
Otra ventaja es que, si el cliente tiene en su App de confianza la tarjeta añadida podrá pagar en establecimientos y beneficiarse de programas de puntos y descuentos. “Estamos en la era de los usos del pago como herramienta para el know your customer”, recalca el COO de PayTPV.
Por último, supondrá un paso adelante en la modernización de la red de comercios. “Dota de mayor seguridad y eficiencia al ecosistema, permitiendo su crecimiento y desarrollo”, auguran desde Mastercard.
Y, de paso, incrementará el flujo de caja de las empresas fabricantes de los datáfonos o TPV. “Llevamos experimentando un crecimiento anuial considerable de establecimientos por lo que esperamos que entre 2018 y 2019 captemos una cuota muy grande de comercios que actualmente no están aceptando pagos con tarjeta”, sostiene Diego Marcos. Su facturación, aumentará. Y el Gobierno, de paso, seguirá la estela de otros países del norte de Europa en la muerte anunciada del dinero físico.