sábado, 14 diciembre 2024

Madrid busca ricos: nace la nueva Moraleja

En un pequeño pueblo del norte de Madrid nace una nueva urbanización de élite. Sin hacer ruido y con mucha discreción no cesan de levantar chalets de lujo que llegan a alcanzar el millón de euros. En Paracuellos del Jarama y los Berrocales, a 17 kilómetros de la carretera de Barcelona, la ostentación se abre hueco entre la clase media.

A principios del siglo XVIII, comenzó la historia de la urbanización más elitista de toda la Comunidad de Madrid, la Moraleja. En el comienzo, formaba parte de los aledaños de El Pardo, por ese entonces patrimonio real. Fue monarca Carlos III el encargado de de incluir esta zona entre sus cuartales. «Dehesa de la Moraleja«, así se llamó. ¿Su situación? En Hortaleza -hoy es un distrito de Madrid- pero en esa época era un pueblo independiente.

Hasta mediados del siglo XX La Moraleja fue una finca privada propiedad de María Cubas y Erice, marquesa viuda de Aldama, constituyéndose después en una sociedad anónima NIE (Nueva Inmobiliaria Española, Sociedad Anónima) y poniendo en marcha la reordenación parcelaria de la Moraleja.

En la actualidad, la Moraleja homenajea a estas dos familias con el nombre de un Paseo de la Marquesa Viuda de Aldama y otro en memoria de su segundo hijo, José Luis de Ussía y Cubas, primer conde de los Gaitanes y primer presidente de la sociedad recién creada.

El caldo de cultivo de lo que es actualmente este barrio elitista comenzó en el año 1946, cuando se desarrolló el plan de ordenación de La Moraleja como conjunto residencial de ciudad jardín sobre 589,98 hectáreas del término de Alcobendas, 5,72 de Fuencarral y 9,33 de Hortaleza, hoy Madrid. Se trata de un núcleo naturalmente preservado y distinto de su entorno, en el que más del 70% es superficie verde, cuyas valiosas características originales de bosque mediterránea tratan de conservar sus habitantes.

En años posteriores se vendieron parte de los terrenos de la finca matriz, que dieron lugar a dos urbanizaciones independientes: El Soto (de La Moraleja) y El Encinar de los Reyes.

La tipología de viviendas del conjunto de la urbanización es la unifamiliar aislada y ocho conjuntos de zonas urbanizaciones con chalés adosadas, pareadas e independientes localizados en la zona este. La ocupación máxima de la edificación es el 10% de cada parcela en las zonas centro y sur, y del 20% en la zona este. Del terreno restante solo pueden transformarse en jardín el 10% y en el resto han de respetarse las características naturales del monte. Existen dos centros comerciales con todos los servicios, incluidos supermercados.

La Moraleja es sin duda el terreno más elitista de Madrid. Jugadores de fútbol, empresarios, famosos -y famosetes-, nuevos ricos… Todo el lujo en el Norte de Madrid. Es tanta la diferenciación de esta zona que en 1990 intentó independizarse del municipio de Alcobendas junto a El Soto. La razón fundamental que aportaban era la «desatención total (del ayuntamiento de Alcobendas) por esta zona que no recibe una sola inversión municipal», según afirma Gabriel del Valle, presidente de la entonces comisión pro segregación.

En este sentido, también mencionaron el caso de Anabel Segura, secuestrada en una de las calles de la urbanización y posteriormente asesinada, para denunciar «la carencia total de vigilancia oficial municipal que convierte nuestro barrio en una zona de fácil atropello».

LA NUEVA MORALEJA

Ahora, a 22 kilómetros de la Moraleja se gesta un nuevo barrio de lujo. En los Berrocales, un núcleo de población perteneciente al municipio madrileño de Paracuellos de Jarama (España), localizado al sur de su término municipal del Jarama, se instala la nueva élite de la capital.

En internet se pueden encontrar chalets con precios que alcanzan el millón de euros. La zona ha resurgido de sus cenizas y al igual que la Moraleja está escribiendo su propia historia. Tranquilidad, anonimato y mucha seguridad son los reclamos para atraer a las fortunas nacionales y extranjeras.

UN TRANSPORTE PÚBLICO DEFICIENTE

Al norte de la urbanización, cercano a las áreas comunes y a a un bosque de pinos (plantado por la cooperativa), se encuentra un búnker. Hay además otro búnker, denominado Fortín de los Berrocales, situado en lo más alto del pico de «Las Zorras», usado para pruebas de armas en los años veinte.

Precisamente son las zonas verdes otro de los atractivos de esta nueva zona de élite. Cada vez son más las fortunas que buscan alejarse de los núcleos urbanos para disfrutar de la tranquilidad de la periferia. Tal vez el único ‘pero’ son las comunicaciones. Sólo existe una línea de autobús interurbano que llega hasta la zona. De hecho, se han producido multitud de manifestaciones para reclamar mayor presencia de transporte público. 


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