Theresa May se enfrenta a un gabinete divido por la pesca

Dos de los ministros más experimentados de Theresa May están enfrentados en relación con los derechos de pesca del Reino Unido una vez que el país abandone la Unión Europea, en tanto a la primera ministra le cuesta mantener el control de un gabinete dividido respecto del Brexit.

David Davis, el principal negociador británico del Brexit, está furioso con el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, por su crítica pública al acuerdo de transición alcanzado con la UE el mes pasado, según dos personas familiarizadas con la situación.

El enfrentamiento tiene importancia porque Gove y Davis son dos de los ministros favorables al Brexit más influyentes del círculo más estrecho de May. A medida que corre el tiempo que resta para el divorcio de marzo del año próximo, las tensiones entre miembros clave del gabinete amenazan con dificultarle a la primera ministra la tarea de llegar a un acuerdo político con su equipo de modo tal de poder hacer las concesiones necesarias para alcanzar un acuerdo con la UE.

La principal discusión es ahora entre los ministros proeuropeos, que quieren que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera de la UE, y los partidarios del Brexit –entre ellos Davis y Gove-, que quieren abandonarla. La emergencia de divisiones hasta en el seno de quienes está a favor del Brexit –por un tema aparentemente secundario como la pesca- llevan la división del gabinete a un nuevo nivel.

Davis y el principal negociador de la UE, Michel Barnier, anunciaron el 19 de marzo que habían acordado un período de transición de 21 meses para contribuir a suavizar el Brexit para ciudadanos y empresas. El acuerdo se consideró un éxito crucial para May y marcó un hito clave en el camino hacia el Brexit.

‘Decepción’

Pero cuando se lo convocó al Parlamento el día siguiente para explicar por qué la UE seguiría teniendo el control de las aguas británicas hasta 2021 y el gobierno de Londres tendría menos peso del que tiene como miembro del bloque, Gove dijo que compartía la “decepción” de la industria pesquera británica.

“No conseguimos todo lo que queríamos”, dijo Gove a la Cámara de los Comunes.

Davis habría hablado a sus aliados de su indignación ante las declaraciones de Gove porque el secretario de Medio Ambiente sabía desde hacía mucho tiempo que sería imposible convencer a la UE de que diera al Reino Unido pleno control de sus aguas hasta que finalizara el período de transición. Los aliados de Davis acusan a Gove de tratar de hacerlo responsable del tema.

Muchos legisladores escoceses –para los cuales la pesca es una industria clave- tienen una opinión diferente y le han dicho al gobierno que comparten la aparente frustración de Gove ante la posición de Davis y su equipo. Un miembro del Partido Conservador dice que el Reino Unido tendría que haber sido más ambicioso en sus conversaciones con la UE.

Tim Ross para Bloomberg