Benjamin Katz para Bloomberg
La crisis de vuelos de Ryanair, que causó la cancelación de más de 20.000 viajes, llevó a la salida de un alto directivo de la aerolínea de bajo coste. Michael Hickey, jefe de operaciones de la compañía, dejará su puesto a finales de este mes.
Hickey abandonará la empresa después de 30 años, sin nombrar a un sucesor. La firma considera que él es “muy difícil de reemplazar”, por lo que Hickey permanecerá en un papel consultivo mientras Ryanair busca un candidato adecuado para sustituirlo.
La opción que la aerolínea encontró para lidiar con la falta de pilotos derivado de la mala planificación de sus vacaciones, así como de la marcha a otras líneas aéreas, ha enfurecido a clientes, reguladores y políticos.
Ryanair es la aerolínea a bajo costo más grande de Europa
La semana pasada, Michael O’Leay, director ejecutivo de la firma, tomó el paso inusual de hacer un promesa personal a los pilotos. Ofreció mejores salarios y perspectivas de carrera para evitar una rebelión abierta entre los empleados.
O’Leary, que previamente dijo que “villanizarlo” a él o alguien más no era una «prioridad”, alabó a Hickey por su “enorme contribución” a Ryanair, la cual se ha convertido en la aerolínea de bajo coste más grande de Europa, gracias a sus tarifas económicas.
El CEO se hizo un hueco a sí mismo en la industris gracias a los billetes baratos. Recientemente ha trabajado en redefinir la percepción publica de la aerolínea mejorando el servicio en vuelo y la experiencia del check in. Su objetivo es hacer a Ryanair más atractiva para los viajeros de negocios, a medida que la competencia en el mercado low cost se intensifica.
Clientes afectados
Las cancelaciones anunciadas el mes pasado afectaron a más de 700.000 clientes y redujeron los planes de crecimiento de la compañía a seis millones de clientes durante éste y el próximo año. Con el fin de centrar toda su atención en la crisis actual, Rayanair también descartó los planes de licitación para Alitalia, que le habría dado acceso a rutas de larga distancia, algo que O’Leary espera conseguir a largo plazo.
La renombrada eficiencia de Ryanair, basada en asientos baratos y puntualidad, ayudó a convertir a la compañía en la aerolínea más grande de Europa por su valor de mercado, pero dejó poco margen de maniobra cuando las circunstancias cambiaron.
Hickey concluirá un “gran numero de proyectos” antes de irse
La crisis de cancelaciones estalló después de la mala gestión de las vacaciones anuales de los pilotos, que dejaron a la firma sin suficiente tripulación para operar en todos sus horarios. Cientos de pilotos también renunciaron a la empresa el pasado, atraídos por salarios más altos y mejores perspectivas de carrera en otras aerolíneas.
Hickey concluirá un “gran numero de proyectos” antes de irse, como arreglar un contrato de mantenimiento de motores y nuevos hangares en Madrid y Sevilla. El jefe de operaciones, que asumió el cargo en 2014, trabaja en Ryanair desde 1988, cuando se unió como ingeniero y luego pasó a dirigir un departamento.