Las aseguradoras ardieron durante la crisis financiera de 2008. Casi una década más tarde, Blackrock recorrió la industria de 5 billones de dólares (4,16 billones de euros) en los Estados Unidos para averiguar cómo le iría si una burbuja volviera a explotar en los mercados.
¿La respuesta? Mucho peor.
El mayor administrador de inversiones en el mundo extrajo sus registros de más de 500 compañías de seguros y modeló sus carteras a una recesión similar a la del 2008. Las acciones caerían 11% en promedio, según sus cálculos. Eso es más pronunciado, de acuerdo con estimaciones de Blackrock, que lo perdido durante la etapa más profunda de la crisis. La pregunta es por qué.
Las aseguradoras mantuvieron muchas de sus inversiones durante la recesión y evitaron las ventas de pánico que terminan siempre en pérdidas
Las aseguradoras necesitaban compensar los déficits posteriores a la crisis, pero tras una década de bajas tasas de interés, tuvieron que aventurarse más allá de sus tenencias tradicionales. Ahora poseen grandes cantidades de acciones, deuda de alto rendimiento y una variedad de activos, incluidas algunas participaciones difíciles de vender, fondos de cobertura y bienes raíces.
“Hay más riesgo en estos portafolios año tras año”, aventuró Zach Buchwald, director del grupo de instituciones financieras de Blackrock para Norteamérica, en una entrevista. Tales cambios pueden llegar a ser permanentes, porque muchas de sus asignaciones son difíciles de revertir.
La diversidad debe proporcionarles un beneficio enorme, según Buchwald. Después de todo, las inversiones en valores respaldados por hipotecas y ciertas acciones fueron las que demostraron los mayores problemas durante la crisis, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En ese caso, las aseguradoras mantuvieron muchas de sus inversiones durante la recesión, evitando las ventas de pánico que terminan en pérdidas.
Pero incluso mantener una cartera diversificada, cualquier inversión puede retroceder si no se toman con cuidado, porque los activos no se mueven al unísono.
Blackrock examinó las tenencias de las aseguradoras mientras lanzaba un servicio llamado Aladdin. Lo que intenta es vender a las compañías las analíticas y el asesoramiento ayudando a probar cómo funcionan las carteras más complejas bajo diversas condiciones, para que puedan diseñarlas a la hora de resistir una catástrofe bursátil.
Mercado en máximos históricos
Este análisis llega en un momento interesante. Las acciones estadounidenses están cerca de máximos históricos y la Reserva Federal ha comenzado a desenrollar años de medidas extremas, generando un debate sobre si en Wall Street se producirá una corrección y, de ser así, si podrían haber fallos imprevistos en los mercados financieros.
Las aseguradoras apuestan a obtener mejores retornos que sus pares al centrarse en inversiones tradicionales
“La fuerte búsqueda por buenos rendimientos sigue siendo visible entre las empresas no financieras”, dijo Mohamed El-Erian, consejero económico de Allianz, a través de una columna de Bloomberg View este mes. El grupo, que incluye aseguradoras, se ha enfocado en acciones en medio de un mercado cercano a una corrección.
Athene Holding, una aseguradora que se apoya en Apollo Global Management, para supervisar sus inversiones, apuesta en deuda difícil de vender. Su cartera, que representa alrededor del 5% de las tenencias totales, registró una rentabilidad del 12,3% durante el segundo trimestre
La última se encuentra entre un puñado de aseguradoras respaldadas por firmas de capital privado que apuestan a obtener mejores retornos que sus pares al centrarse en inversiones tradicionales, pero incluso MetLife o Prudential Financial, dos de las aseguradoras más antiguas de los Estados Unidos, han apostado por negocios inmobiliarios y bonos corporativos en busca de buenos rendimientos.
Los reguladores requieren que las aseguradoras mantengan su capital para absorber las pérdidas de inversión, almacenar efectivo y otros instrumentos fáciles de vender para pagar a los asegurados cuando surgen emergencias.
“En el actual entorno de bajas tasas de interés, tal vez un poco de liquidez en el portafolio, no sea perjudicial si se gestiona adecuadamente”, sostienen desde la Asociación Nacional de Comisionados de Seguros a través de un comunicado en su sitio web.
Inversiones cambiantes
Según BlackRock, las aseguradoras probablemente ganarán más en inversiones en propiedades inmobiliarias y en inversiones de capital de alto riesgo.
Las inversiones inmobiliarias alcanzaron su máximo en 2015. Luego cayeron hasta 34.910 millones de euros en 2016
La visión contrasta con una encuesta de Goldman Sachs, de más de 300 ejecutivos de seguros en 2017, que encontró que los consultados esperaban que el capital privado tuviera los mejores retornos.
Después de experimentar con diferentes activos, algunas aseguradoras han cambiado sus apuestas. A fines del 2016, los fondos de la industria se habían disparado 56%, a 56.000 millones de dólares (46.500 millones de euros) desde el año 2008. Esa tendencia se ha estabilizado.
Las inversiones inmobiliarias alcanzaron un máximo de siete años en 2015. Luego cayeron 7.000 millones de dólares (5.800 millones de euros) en 2016 hasta 42.000 millones (34.910 millones de euros). Las tenencias de fondos de cobertura aumentaron a 24.000 millones de dólares (19.950 millones de euros) en 2015, sólo para caer a 18.000 millones (14.960 millones) en 2016.
“La clave es encontrar “otros generadores de ingresos más predecibles”, expresó Buchwald, “cuestiones como infraestructura o bienes raíces”.