La presidenta del Santander, Ana Botín, fue la primera en dar un paso al frente en la ampliación de capital para la compra del Popular. Invirtió cerca de nueve millones de euros en la compra de 1,8 millones de acciones; lo que le permite tener un porcentaje total de voto del 0,126%. Un porcentaje que está sindicado con el resto de sus hermanos y algunas empresas familiares; de este modo, según los datos de la CNMV la familia ostenta tras el proceso de ampliación el 0,493% de la entidad.
Un porcentaje muy similar al que mantenía antes, y en el que se han invertido algo más de 24,1 millones de euros. De hecho, es Jaime Botín quien actúa como ‘representante’ de toda la familia. En él recae el voto del 0,493%; y en sus comunicados con la Comisión Nacional del Mercado de Valores se puede comprobar qué miembros de la familia decidieron acudir a la ampliación. Además de Ana y Jaime, también acudieron Paloma y Carmen, así como las sociedades Cronje y Nueva Azil. Sin embargo, no hay rastro de Emilio y Carolina, lo que ha hecho bajar ligeramente el porcentaje de posesión de la familia.
Tampoco se conoce, por ahora, si la Fundación Botín (que ostentaba un 0,6% antes de la ampliación) ha optado por acudir o no. Para mantener su posición debía desembolsar cerca de 35 millones de euros, en un momento en el que la caja de la organización anda un poco escasa. De hecho, según publicaba hace unos días El Confidencial parecía probable que no fuera a la suscripción de acciones; o que optara por el endeudamiento para evitar la dilución en el capital social de la compañía. Sobre todo, para evitar que la familia Botín quedara por debajo del 1% que controlaba hasta ahora del Banco. Un porcentaje que era mayor, y que se ha venido diluyendo en los últimos años tras varias ampliaciones de capital y sucesivas ventas de algunos de los hermanos.
Ahora bien, otro de los principales accionistas del Santander, Carlos Fernández, tampoco se ha quedado atrás. Mantiene su 0,11% tras haber invertido 8,1 millones de euros. El mexicano forma parte del Consejo de Administración desde el año 2015, y junto a él también ha acudido la mayor parte de los miembros del Consejo. Evidentemente, el Consejero Delegado, José Antonio Álvarez, ha suscrito 404.000 euros en títulos.
La dirección también respalda a Botín
El tercero que más dinero ha dedicado a compras ha sido Ignacio Benjumea, que ha optado por ‘meter’ 1,5 millones de euros -por lo que representa al 0,022% del capital- del banco. A partir de ahí, una larga lista, en la que hay algunos movimientos curiosos. Por ejemplo, Juan Miguel Villar Mir tan sólo ha invertido 482 euros para comprar 120 títulos; la ex presidenta de SAREB, Belén Romana, ha comprado 15 títulos en la ampliación; mientras que Isabel Tocino ha invertido 132.000 euros.
Tan sólo una consejera ha optado por quedarse fuera. Se trata de Homaira Akbari, que es consejera independiente desde el último trimestre del año pasado.
No sólo el Consejo ha respaldado los planes de Ana Botín con el Banco Popular. Buena parte de los principales ejecutivos de la firma también han decidido suscribir acciones. Así, por ejemplo, el principal responsable del mercado español, Rami Aboukhair, ha invertido 190.000 euros; el vicepresidente de Santander España, Juan Manuel Cendoya, 200.000 euros. En total, los principales directivos de la entidad han invertido casi dos millones de euros.