Nadie es tan guapo como en su foto de perfil ni tan feo como en su figura de cera. Lo de los Museos de Cera alrededor del mundo es verdaderamente una cuestión delicada y un tema a estudiar. Son fundamentalmente lugares de ocio donde la gente se supone que observa de cerca, y de la forma más realista y veraz posible a sus ídolos: personajes relevantes del mundo del deporte, el cine, la música e incluso la realeza. Cada país tiene su museo, pero concretamente el de Madrid, tiene unas características muy particulares, y es que las figuras no terminan de parecerse al cien por cien a la persona en cuestión…
1REINA LETIZIA
La relación de la familia real española con el Museo de Cera de Madrid es bastante peculiar. En un principio, el núcleo familiar de la Monarquía de nuestro país estaba formado por don Juan Carlos I y doña Sofía y sus tres hijos, las infantas Elena y Cristina y el príncipe Felipe. Cuando los hijos de los reyes eméritos contrajeron matrimonio, se incluyeron las figuras de cera de sus respectivos cónyuges, no obstante, con el «cese temporal de la convivencia» de doña Elena -anunciado en 2007 y efectuado en 2010- y la imputación en el caso Nóos por parte de Iñaki Urdangarín -diciembre de 2011-, los dos yernos de don Juan Carlos fueron retirados del Salón Real.
La misma suerte correrían Elena y Cristina, quienes pasaron al almacén del Museo una vez que su hermano, Felipe, fue proclamado Rey de España. Recientemente, y fruto de sus constantes cambios físicos -a golpes de bisturí- el Museo de Cera de Madrid se ha visto forzado a modificar la figura de la Reina Letizia. La última se hizo en 2014, cuando el Felipe VI se proclamó Rey de España.