Los accidentes laborales son mucho más frecuentes de lo que parecen, lo que pasa es que siempre los asociamos con profesiones peligrosas como el trabajo en una obra. Sin embargo, cualquier entorno en el que desarrollemos nuestra actividad puede llegar a ser potencialmente dañino para nuestra integridad física, hasta algo tan aparentemente inofensivo como una oficina.
Si desarrollas un trabajo de oficina, ya sea en una empresa o desde tu propio domicilio, hay una serie de precauciones que debes tener siempre muy en cuenta. Así no sufrirás accidentes que te puedan causar lesiones más o menos graves. Sigue estos consejos y conseguirás terminar tu jornada laboral sano y salvo.
Revisa el mobiliario

Una silla que ha perdido algún tornillo o una mesa demasiado desgastadas pueden suponer un gran riesgo ya que pueden causar un accidente. Por eso, al menos dos veces al año conviene hacer una revisión del mobiliario que más utilizamos, en busca de posibles desperfectos y piezas dañadas.
En caso de percibir que algo va mal lo más lógico es proceder a hacer la reparación lo antes posible. Por otro lado, también tendremos especial cuidado con las estanterías y evitaremos sobrecargarlas para que el peso de más no las haga ceder. Además, hay que asegurarse periódicamente de que siguen bien ancladas a la pared.
Huye de las esquinas en punta

Cuando hay un niño en casa siempre procuramos tapar todas las esquinas puntiagudas de los muebles para que no se haga daño, y en una oficina deberíamos hacer exactamente lo mismo. Muchas veces estamos distraídos trabajando y no nos damos cuenta de que hay una esquina en forma de pico, lo que nos puede causar una herida al pasar.
Lo recomendable en estos casos es escoger mobiliario ergonómico para oficina que carezca de esquinas. Si tienes que aguantarte con lo que tengas, puedes buscar alternativas para hacer esas esquinas más seguras. Existen terminaciones de plástico que harán que este riesgo desaparezca en apenas unos segundos.
Pon una papelera y un espacio para dejar el papel destinado a reciclar

Algo tan aparentemente inofensivo como unos folios o algo tirado en el suelo pueden ser la causa de un tropiezo o un resbalón. Este tipo de caídas “tontas” son muchas veces las que peores consecuencias tienen. Por eso, debemos procurar que el suelo de nuestra oficina esté lo más despejado posible. Así, evitamos accidentes y a la vez mejoramos la imagen de nuestro espacio de trabajo.
Con algo tan sencillo como instalar papeleras y una zona en la que los empleados puedan dejar el papel que ya no sirve y que va destinado a reciclar, conseguimos que todo esté mucho más ordenado y que no haya elementos en el suelo que puedan provocar caídas.
Ordena los cables y evita accidentes

Siguiendo con el tema de tropiezos y caídas, muchas veces son los cables los responsables de este tipo de accidentes. No podemos deshacernos fácilmente de ellos, puesto que en la mayoría de los casos son imprescindibles para poder trabajar, pero sí podemos colocarlos de tal forma que molesten lo menos posible.
A día de hoy existen elementos como recogecables que protegen el cableado y a la vez evitan que esté por medio. Tener los cables bien ordenados también te ayudará a reducir el riesgo de accidentes eléctricos, algo a lo que puede contribuir el uso de reguladores de electricidad. Por último en relación con este tema, en caso de notar algún desperfecto en un cable hay que proceder a su sustitución de forma inmediata.
Guarda a buen recaudo los elementos cortantes para evitar accidentes

En una oficina es bastante común tener que utilizar elementos cortantes o que pueden producir pinchazos: unas tijeras, grapas, un quitagrapas, un cúter, etc. Conviene extremar las precauciones cuando se están utilizando y hay que asegurarse de que se conoce bien el funcionamiento de estos objetos antes de trabajar con ellos. No serías el primero que se grapa el dedo intentando ver si la grapadora está cargada.
Por otro lado, debemos prestar atención a estos utensilios también cuando no estamos usándolos. Si los dejamos sobre nuestra mesa pueden acabar ocultos debajo de papel y podríamos pincharnos sin querer. Así que después de cada uso lo más recomendable es guardarlos en algún cajón u otro lugar donde no entrañen riesgo.
Los cajones y su incidencia en los accidentes

A veces nos esforzamos por tenerlo todo perfecto y el tropezón viene por algo que ni siquiera debería estar ahí. En este sentido, los cajones tienen mucha responsabilidad en golpes y caídas. Si no nos hemos dado cuenta y han quedado mal cerrados, podríamos tropezarnos con ellos al pasar o podríamos llevarnos un golpe.
Muchas veces vamos con prisa y no podemos pararnos a ver si hemos cerrado bien los cajones, así que podemos evitar este riesgo si hacemos una pequeña inversión. Para empezar se pueden usar cajones con tope de apertura, esto evitará que se salgan del carril si tiramos de ellos con demasiado énfasis. Además, podemos instalar bisagras de autocierre que hagan que el cajón quede siempre cerrado.
Hacer ajustes en la pantalla del ordenador

Un riesgo laboral típico asociado al trabajo de oficina son los daños en la vista ocasionados por pasar horas y horas mirando la pantalla del ordenador. Para evitar problemas en la vista y en el cuello hay que colocar la pantalla de forma que la misma quede a la altura de los ojos y a una distancia de unos 50 centímetros.
También es recomendable ajustar el brillo y el contraste y no ubicar la pantalla frente a una fuente de luz natural que pueda provocar deslumbramientos o reflejos, es mejor que la luz incida de forma lateral. Por último, no hay que olvidarse de hacer pequeñas pausas y descansar la vista periódicamente.
Crea pasillos de tránsito

Si sois varias personas trabajando en una misma oficina muchas veces la falta de espacio puede ser un problema. Pero hay que procurar que siempre haya distancia suficiente entre una mesa y otra para que se pueda pasar con comodidad. Lo ideal es que exista una distancia mínima de 90 cm entre un elemento y otro.
Con esto evitamos posibles tropiezos que puedan acabar con nosotros en el suelo, pero a la vez evitamos que los equipos informáticos se puedan caer o que se desconecten repentinamente y perdamos información importante. Con estas sencillas claves, puedes disfrutar de una oficina más segura.