Aunque Apple y Samsung se encuentran liderando un combate apasionado entre dos grandes marcas que apenas saben lo que es contar con un enemigo, es cierto que este panorama puede estar a punto de revolucionarse considerablemente. Y es que Android parece estar adelantando por la derecha a la tecnología creadora de los iPhone en un nombre que -sorprendentemente- no es el de Samsung, sino el de otro compañero que está arrasando en ventas: Realme.
Con el lanzamiento del Realme 14 Pro+, un modelo sorprendente dotado de grandes avances tecnológicos, la firma asiática está entrando con paso firme en la competición por el primer puesto en el segmento de gama alta. Y de hecho, está influyendo también en el mercado de las gamas medias, reconvirtiendo y dando vida a un nuevo estándar para dispositivos de este tipo.
UN ANDROID QUE CONQUISTA A PRIMERA VISTA

El Realme 14 Pro+ ha irrumpido en el mercado a un ritmo sorprendente y con un estilo ensordecedor. Desde el primer momento en el que fijas la mirada en este dispositivo, es imposible que no te inunde una sensación de atracción. ¿El motivo? Se trata de un diseño que conquista desde el minuto cero. Aunque en general se trata de un teléfono móvil atractivo, es incluso más sorprendente la fijación en los pequeños detalles, como su trasera termocrómica, que cambia de color al reaccionar con el frío.
Aunque se trata de un detalle visualmente impactante, es cierto que en general este modelo de Realme destaca por ese toque de exclusividad que parece envolverlo en un aura que pocos smartphones pueden llegar a plantearse. ¡Ni siquiera Apple! Además, la sensación al tacto es igualmente impresionante, con un acabado que se aproxima a un toque cerámico que transmite esa sensación de estar manejando un objeto premium. Aunque, eso sí, ligeramente resbaladizo.
Con una pantalla de 6,77 pulgadas que ocupa casi todo el frontal del móvil, el Realme 14 Pro+ es un Android que rompe todo lo establecido en anteriores modelos. La relación pantalla/cuerpo supera el 90%, de modo que los biseles se hacen prácticamente imperceptibles, algo no tan común en modelos Apple. Teniendo en cuenta los bordes curvados de la pantalla, se crea una experiencia inmersiva que pocos dispositivos que se muevan en este rango de precio pueden llegar a simular.
No obstante, es importante resaltar que su tamaño, al ser de estas características, no siempre es fácil de llevar. Para los usuarios con manos más pequeñas, puede ser ligeramente incómodo, aunque su peso -que no alcanza los 200 gramos- lo hace mucho más manejable, evitando que esto sea un problema para quienes quieran pasarse a este rediseño del concepto Android.
En cuanto a los detalles estéticos, el Realme 14 Pro+ no se queda para nada atrás, ya que -a mayores del diseño ya mencionado- el módulo de cámaras, en un formato circular, recuerda a anteriores diseños de la firma asiática, pero mejorando los pequeños detalles para darle ese toque más refinado que tanto interesa al consumidor. Los laterales brillantes, aunque son muy elegantes, es cierto que tienden a ensuciarse con facilidad. Un pequeño inconveniente que se soluciona fácilmente con la funda que incluye en la propia caja al comprar el dispositivo, o bien con cualquier otra que se compre para el modelo elegido.
LA PANTALLA QUE NECESITAS EN TU MÓVIL

La pantalla del Realme 14 Pro+ ha llegado para sorprender a todo aquel que se haga con este dispositivo. Con tecnología Amoled, y una resolución 1,5k revitalizada con una tasa de refresco de 120 Hz, este móvil permite a quien lo use experimentar una experiencia visual que se convierte en un absoluto rival para los dispositivos más caros. Teniendo en cuenta que parte de un sistema de brillo máximo de 1.500 nits, está garantizando que el usuario siempre cuente con una excelente visibilidad, incluso bajo la luz directa del sol.
Puesto que las pantallas de estilo Amoled acostumbran a caracterizarse por dar prioridad a colores vibrantes y saturados, la ventaja que ofrece este modelo sobre los demás es su capacidad de personalización en cuanto a la colometría. Con la opción de acceder al modo «intenso», todos aquellos que quieran colores más vivos podrán tenerlos sin ningún ajuste más. Por lo contrario, aquellos que prefieran una pantalla que se ajuste al entorno, podrán adaptarla gracias a la opción de «comfort visual». La idea fundamental es que el usuario sea el que elija cómo quiere que se vea su pantalla en función del momento, del lugar y de las preferencias personales.
En cuanto al apartado multimedia del teléfono, este Android no decepciona para nada, y se acerca a lo esperado en un Apple. Para escuchar música o algún podcast, los altavoces integrados en el sistema ofrecen un volumen alto y con buena claridad, permitiendo que el sonido se expanda. Aunque es cierto que la experiencia se queda ligeramente coja ante la falta de graves que puedan redondear la experiencia.
En uno de los apartados donde más destaca este smartphone es, sin duda, en la conectividad. En caso de querer escuchar a través de auriculares inalámbricos, el soporte de códecs del dispositivo, permitarán hacerlo fácilmente. Además, la cancelación de ruido en llamadas y la función «hola audio» son dos novedades que llegan para romperlo completamente.
LA CÁMARA QUE RIVALIZA CON APPLE

Aunque en todos los apartados ya mencionados el modelo de Android es rompedor y disruptivo, uno de sus verdaderos puntos fuertes es la cámara. Lo mejor que tiene Apple se tendrá que pelear de manera directa con una capacidad fotográfica totalmente inesperada para un dispositivo de gama media. Su cámara principal, de 50MP, con un sensor Sony IMX896 y estabilización óptica, permite alcanzar imágenes nítidas con un excelente rango dinámico.
Por otra parte, su capacidad para alcanzar un zoom óptico de 3x y un zoom digital sin pérdida de 6x, permite alcanzar unas imágenes impensables para un Android convencional. Además, el modo noche funciona de una manera sorprendente, aunque es cierto que en condiciones de poca luz el sensor principal tiende a elevar el ISO, generando algo de ruido que puede resultar molesto. El ultra gran angular de 8MP es el punto débil de un sistema que funciona a la perfección en su conjunto, y que en verdad sigue siendo útil para capturar paisajes o grupos numerosos de personas.
En cuanto a los selfies, la cámara frontal de 32 MP no decepciona demasiado, ofreciendo imágenes nítidas y con un buen balance de luces que, para tratarse de la cámara frontal, alcanza niveles superiores a muchos otros modelos inferiores o de gama media natural. El modo retrato posee un efecto bokeh que se ajusta perfectamente a los deseos de quienes buscan fotografías personales que luzcan algo más profesionales.
En este contexto, no podríamos dejar de mencionar la autonomía de un dispositivo que Apple no puede ni soñar. Con una batería de 6.000 mAh, el móvil puede llegar a alcanzar los dos días seguidos sin necesidad de cargarse. De hecho, si no se hace uso de ninguna aplicación especial y se utiliza únicamente para las tareas más básicas, puede llegar a alcanzar los tres días sin cargar. Algo que no deja indiferente a ningún usuario, cada vez más castigado por el yugo del cargador. Además, la carga rápida de 80 vatios permite recargar el 80% de la batería en solo media hora. Aunque es cierto que tendrá que ser el propio usuario quien se haga con el cargador, que no viene incluido en la compra inicial.
























































