Canal Sur se olvida de Jesús Quintero tras diez años de veto

Anda el buitrerío ibérico rebuscando en el ocaso de Jesús Quintero, que a sus 82 años acaba de ingresar en una residencia. El morbo del culebrón se ha acentuado desde la irrupción en escena de un polémico empresario, José Luis López ‘El Turronero’, célebre por arrimarse al famoseo y coleccionar problemas judiciales y condenas por engañar a Hacienda o la Seguridad Social.

Dicen que el próspero industrial ubriqueño le paga las facturas de la residencia, síntoma de la ruina del ‘Loco de la colina’ y cruel paradoja vital para un magnífico creador de atmósferas que hizo carrera con una comunicación culta y respetuosa con su puntito de populismo anticapi.

«Querían que anunciase aspirinas y a mí no me dolía la cabeza», soltó para justificar que se marchó de la Cadena SER cuando la emisora le comunicó que su delicioso programa extravagante debía comenzar a incluir publicidad.

Quintero ya se vio con problemas en 2014 cuando le exigió ayuda al presidente de Ausbanc Luis Pinedo, donde las dan las toman. Por aquel entonces ya era evidente que su situación económica se había convertido en límite, especialmente desde que en 2012 Canal Sur cerró su segundo canal y se llevó por delante el espacio de entrevistas ‘El loco soy yo’.

El 1 de octubre se cumplirán diez años de la clausura del canal y desde entonces la televisión autonómica andaluza no ha sido capaz de encontrarle un hueco a su embajador más culto, al hombre que creó ‘Qué sabe nadie’, ’13 noches’ o los exitosos ‘Ratones Coloraos’. 

La actual dirección de Canal Sur prefiere ahora las rondas de chistes con Bertín Osborne y Joaquín el del Betis; la búsqueda de talento del cómico Manu Sánchez, experto en apropiarse del ajeno; y los noticieros progubernamentales.

«POPULISMO DE PROXIMIDAD»

La renovación política en Andalucía apenas ha empapado en Canal Sur, que según Diario de Sevilla es un proyecto de «populismo de proximidad» que refleja «una Andalucía de cortijo emparentada más con el siglo XIX que con el XXI y donde, por ejemplo, no se reconocen los jóvenes»

El mismo medio denunció que Canal Sur articula «una parrilla reaccionaria, que atufa a blanco y negro, con folclore cansino, festeros y niños relamidos, y que se colorea con cierta impostura feminista, ramalazo progresista para una programación entregada a las procesiones, los vestidores de santos, los buñuelos de viento, la recolección de tagarninas y el vecindeo de abuelos casaderos». 

La grotesca manipulación de la autonómica por parte del PSOE durante más de tres décadas ha sido sustituida por el continuismo impuesto por el PP, que cuando estaba en la oposición denunciaba lo bien que vivía Juan y Medio. También insinuaban que, si Vox se lo pedía, estaban dispuestos a cerrar el canal.

Pero ni se lo plantearon, prosiguiendo con un entretenimiento sin vitaminas y una información férreamente vigilada por la mano derecha del presidente de la Junta de Andalucía y próximo consorte de La Moncloa, Elías Bendodo.

Canal Sur en diez años apenas ha contratado unos refritos a Quintero, que es uno de los escasos comunicadores que trató con respeto al público televisivo de Andalucía, dio cabida a los artistas de la tierra y escuchó a todos, desde el señorito de cortijo a los lazarillos del Guadalquivir.