Hay que ver qué ricas están las croquetas. Además, tienen tanta historia que probablemente sea uno de los platos con más peso y más tradición en nuestra gastronomía junto con la paella y la tortilla de patatas. Además se trata de un plato muy versátil, ya que las puedes preparar con ingredientes muy diferentes: de jamón, merluza, huevo… El problema es que, si no te tiene mucha práctica, su elaboración puede ser muy engorrosa y lo más normal es que la masa se te quede pegada en las manos. Pero no te preocupes, porque en este artículo te contamos varios trucos para, entre otros, evitar que esto te ocurra.
¿Las croquetas no te quedan muy crujientes? Ahí va un pequeño truco
Una de las cosas que más suelen gustar de las croquetas es que tengan un rebozado bien crujiente. Pero en realidad esto no es algo tan fácil de conseguir como parece. Porque de la línea que separa lo esta textura crujiente de un empanado quemado es muy fina. Por eso, solo las personas que han desarrollado un buen ojo preparando este plato, fruto de la experiencia, saben imprimir ese toque crujiente sin quemarlas.
Si tú no tienes tanta experiencia, pero quieres conseguir ese efecto crujiente, te recomendamos que a la ahora de rebozarlas sustituyas el pan rallado por panko. Es decir, por pan rallado es estilo asiático en escamas.
Si usas caldo para preparar tus croquetas quedarán más sabrosas
Las croquetas suelen tener un sabor bastante intenso de por sí. Pero hay a personas que no les parece suficiente y tratan, sin éxito, de probar cualquier cosa con tal de que queden más sabrosas. Si eres uno de ellos, toma nota. Porque este truco te va a permitir darle a tu plato el sabor que tanto buscas. Consiste en añadir caldo a la bechamel. Pero no de cualquier manera, sino en sustitución de la leche. Y de manera proporcional. Es decir, que justo la cantidad de leche que dejes de añadir es la cantidad de caldo que tienes que usar.
Pon atención: la temperatura del aceite importa
Uno de los momentos más delicados a la hora de preparar las croquetas tiene que ver con en momento de freírlas. Y todo por la temperatura del aceite. Porque si no está lo suficientemente alto, absorberán mucha cantidad de aceite y serán muy indigestas. Pero si está demasiado alto pueden quemarse por fuera y quedar crudas por dentro. O incluso pueden llegar a explotar. Por eso, para asegurarte que se frían correctamente, has de asegurarte que el aceite alcance una temperatura de entre 170 y 180 grados.
Prepara la bechamel de las croquetas en frío para ganar tiempo
Reconozcámoslo: las croquetas son una comida deliciosa, pero hacerlas puede ser una tarea engorrosa. Y es que para hacer la masa hay que echarle tiempo. A veces bastante, sobre todo para conseguir que la masa se enfríe. Si no tienes tanto tiempo para invertir y buscas más inmediatez, una de las cosas que puedes hacer es comprar un preparado industrial en frío para preparar este rico plato.
¿No se te pega el pan rallado? Te ofrecemos la solución perfecta
Uno de los problemas más habituales a la hora de preparar croquetas tiene que ver con el momento del rebozado. Y es que a veces el huevo no es suficiente como para que el pan rallado se quede impregnado en la masa, y de ocurrir, este plato pierde gran parte de la gracia que tiene.
Para evitar esta situación, puedes acudir al supermercado y comprar diferentes productos para sustituir le huevo. Como por ejemplo, la fijarina.
Si quieres uniformidad en tus croquetas, pesa la masa
Hay que ver qué gusto da cuando alguien prepara croquetas y cuando saca la fuente se ven todas perfectas, alineadas y del mismo tamaño. Pero conseguir esa forma perfecta no es fruto de la inspiración, sino más bien de la medición.
Por eso, si quieres que todas y cada una de las croquetas que vayas a preparar tengan las mismas proporciones, solo puedes hacer una cosa. Y esa no es otra que pesar la cantidad de masa que va a llevar cada croqueta.
Si no quieres que las croquetas se te peguen, úntate las manos con aceite
Y terminamos este artículo en el que hemos compartido contigo varios consejos para preparar croquetas con el secreto definitivo para hacer frente al momento más delicado que te puedes encontrar al preparar este delicioso plato. Es decir, el momento de darles forma. Seguro que te ha pasado que al coger la masa de cada croqueta para intentar darle forma se te ha quedado pegada en las manos. Pues bien, si quieres evitar esta situación, lo único que has de hacer es embadurnarte las manos con aceite de oliva. Ya verás cómo así no se te quedan pegadas.