Alrededor del 70% de la población española sufre una condición silenciosa llamada bruxismo. Aunque su origen no es del todo claro, existen factores externos que influyen a su aparición (los nervios y el estrés son los más comunes). Con la llegada de la pandemia, este ha aumentado y afecta a muchas más personas a día de hoy.
Esta patología consiste en apretar inconscientemente la mandíbula y rechinar los dientes, de tal manera que ocurre un desgaste y deterioro dental. Hay soluciones y mejorías, una gran variedad de tratamientos para su remedio y arreglo pero nos centraremos en las más a mano, las caseras, para evitar este mal sin gastos y de manera sencilla.
SEPAMOS MÁS SOBRE EL BRUXISMO
La clave es la articulación temporomandibular, que es la encargada de relacionar la mandíbula con el cráneo, permitiendo la apertura y cierre de la boca, por lo tanto, es una de las articulaciones más usadas del cuerpo. Esta puede sufrir una patología llamada ‘Síndrome de disfunción temporomandibular o masticatoria’ y se estima que puede llegar a afectar al 80% de la población.
Ocurre cuando los dientes no se encuentran en una posición correcta, por lo tanto, la arcada inferior no encaja con la superior obligando a desviar la mandíbula y generando malestar. El principal motivo de la aparición de esta condición es el ya mencionado, bruxismo, este se puede relacionar con estrés y ansiedad. Por lo general, se manifiesta a la hora de dormir y no siempre se es consciente de ello.
BRUXISMO Y TRASTORNOS DEL SUEÑO
O mejor dicho como trastorno del sueño, porque el bruxismo se considera también una dolencia nocturna, si bien ese manifiesta todo el día. De hecho, se ha encontrado una asociación significativa entre el rechinar de dientes y la apnea del sueño, por ejemplo. Ambas empeoran la calidad del descanso y favorecen el insomnio.
En cuanto al diurno, hay una relación en este caso directa con los estados de estrés y ansiedad. La tensión muscular de la mandíbula puede ser expresión de angustias, frustraciones o ira. Del mismo modo, el apretamiento es un hábito en algunas personas que lo hacen de manera inconsciente para concentrarse mientras estudian o trabajan. También provocan dolores en la cara, en la articulación temporo-mandibular, alrededor de la oreja y cefaleas.
REMEDIOS CASEROS CONTRA EL BRUXISMO
Ante todo, saber que no hay un único remedio eficaz para combatir el bruximo, sino una mezcla de varias, como ahora veremos. Unas serás eficaces para lo diurno y otras para el nocturno. Por eso hemos distinguido bien entre ambos y qué supone.
También hay que tener en cuenta que los pacientes no consideren estas estrategias como únicas y al margen de lo profesional. Se deben enmarcar en un tratamiento que sea guiado por un facultativo. Si los casos de bruxismo se dejan avanzar, a mediano plazo habrá alteraciones en la dentadura. Vamos con ellos.
LA RESPIRACIÓN NASAL
Respirar por la nariz debería ser una prioridad para la salud en general, mejor aún si automatizamos la respiración diafragmática. Respirar por la boca aumentan las posibilidades de complicaciones, al entrar el aire sin calentar ni filtrar. Si respiramos por la nariz durante el día, de manera más o menos consciente, reducimos la posibilidad de apretar los dientes, pues la mandíbula estará relajada y en una posición lo más cercana posible a la fisiológica. Esto es con los labios cerrados y la lengua en la zona del paladar.
Para ello, hay varios sencillos ejercicios para favorecer la respiración nasal. Uno de los más simples consiste en hacer inhalaciones conscientes por la nariz, guardar el aire sin respirar y caminar hasta que no podamos sostenerlo más. A medida que lo repitas, en jornadas sucesivas, mejorarás tu control sobre el hábito.
RELAJAR LA MANDÍBULA
Es clave, ya que el bruxismo afecta sobre todo a esta parte anatómica. Los músculos potentes que permiten la masticación son los que se contraen en exceso y provocan el rechinamiento. Esto genera el apretamiento y una presión nociva en los huesos maxilares. Si los relajamos, prevendremos mucho la dolencia.
¿Cómo hacerlo? Pues es una técnica parecida a la de la respiración nasal. Colocamos la lengua detrás de los dientes mientras inhalamos y exhalamos, repitiendo varias veces al día el acto para convertirlo en inconsciente. También podemos apoyar la lengua en el paladar, sin moverla, y abrir y cerrar la boca.
LA POSTURA, VITAL CONTRA EL BRUXISMO
Pueden parecer muy alejados, pero la postura general influye en tu mandíbula. Las partes claves serían los hombros y la columna cervical, que influyen de manera directa en la tensión que acumulan los músculos del cráneo. Evitaremos o minimizaremos el bruxismo si nos sentamos de manera correcta para trabajar o estudiar, eliminando tensiones musculares.
Lo mismo ocurre al dormir, si bien es más complicado obviamente de gestionar. Lo que sí puedes hacer es usar la almohada adecuada, clave para tu cuello y columna. Si las almohadas son muy duras o muy altas, por ejemplo, los músculos de la mandíbula se contraen para compensar.
FUERA EL ESTRÉS
Como pasa con la respiración, controlar el estrés evitará el bruxismo pero tantas otras dolencias y riesgo de ellas. Somos lo que comemos, lo que respiramos y lo que no nos preocupa. Hay que llevar un estilo de vida sin ansiedad. Para reducir el estrés, aparte de la mentalidad, que se entrena, como haces con tu cuerpo, puedes usar herramientas como el yoga, la respiración profunda, la meditación y disminuir la estimulación nocturna, evitando aparatos electrónicos y luces artificiales e intensan antes de irte a dormir, a ser posible dos horas antes.
MASAJES Y CALOR EN LA MANDÍBULA
También puedes tratar el bruxismo directamente sobre el foco, en tu propia mandíbula. Para ello hay una serie de ejercicios para ejercitar mandíbula y mentón, así como la lengua y la cara. Lo que se pretende es que las fibras musculares se relajen y no lleguen a la contractura o, mejor aún, evitar que se tensionen de antemano. ¿Cómo hacerlo? Pues iniciando el masaje delante de las orejas y bajar con los dedos, como si estiráramos la piel. Si se detecta una zona con particular tensión o con nudos, hay que detenerse allí y presionar por un momento. Luego se sigue hacia abajo.
También es importante aplicar calor para relajar los músculos. Si no quieres gastar en aparatos para tal fin, puedes optar por un paño caliente, eso sí, si exceso de calor para no quemar tu piel. Tanto las almohadillas comerciales como los paños caseros no pueden estar a tan alta temperatura. Basta con que estén tibios.
PRODUCTOS NATURALES CONTRA EL BRUXISMO
Hablamos de alimentos, infusiones y elementos como el magnesio. Comencemos por esto último: El magnesio cumple un rol en la transmisión del impulso nervioso y en la contracción muscular. Por ello, se plantea que un nivel adecuado de este mineral en el cuerpo ayudaría a reducir los episodios de bruxismo. Eso sí, no hay una evidencia concluyente científica. De cualquier forma, opta por una dieta sana y mineralizada, con frutas y verduras abundantes.
Por otro lado, las infusiones siempre son mano de santo para tantas dolencias. En este caso se recomienda tomar aquellas que relaja, como la valeriana y la manzanilla. En otro orden tienes también el aceite de lavanda, empleado en aromaterapia.